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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

viernes, 6 de septiembre de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

XXIIIº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA.



“EL AMOR Y SUS RENUNCIAS”.

DOMINGO 08 DE SEPTIEMBRE DE 2013
  


PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
LA SABIDURÍA 9,13-18

¿Qué hombre puede conocer los designios de Dios o hacerse una idea de lo que quiere el Señor? Los pensamientos de los mortales son indecisos y sus reflexiones, precarias, porque un cuerpo corruptible pesa sobre el alma y esta morada de arcilla oprime a la mente con muchas preocupaciones. Nos cuesta conjeturar lo que hay sobre la tierra, y lo que está a nuestro alcance lo descubrimos con esfuerzo; pero ¿quién ha explorado lo que está en el cielo? ¿Y quién habría conocido tu voluntad si Tú mismo no hubieras dado la Sabiduría y enviado desde lo alto tu santo espíritu? Así se enderezaron los caminos de los que están sobre la tierra, así aprendieron los hombres lo que te agrada y, por la Sabiduría, fueron salvados.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
90 (89), 3-6. 1-14. 17

R.:
¡Señor,
Tú has sido nuestro refugio!

Tú haces que los hombres
vuelvan al polvo, con sólo decirles:
“Vuelvan, seres humanos”.
Porque mil años son ante tus ojos como
 el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche  R.:


Tú los arrebatas, y son como un sueño,
como la hierba que brota de mañana:
por la mañana brota y florece,
y por la tarde se seca y se marchita R.: 

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor!
¿Hasta cuándo…?
Ten compasión de tus servidores  R.:

Sácianos en seguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor;
que el Señor, nuestro Dios,
haga prosperar la obra de nuestras manos  R.:





SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA CARTA DEL APÒSTOL
SAN PABLO A FILEMÓN 9-10. 12-17

Querido hermano:

Yo, Pablo, ya anciano y ahora prisionero a causa de Cristo Jesús, te suplico en favor de mi hijo Onésimo, al que engendré en la prisión. Te lo envío como si fuera una parte de mi mismo ser. Con gusto lo hubiera retenido a mi lado, para que me sirviera en tu nombre mientras estoy prisionero a causa del Evangelio. Pero no he querido realizar nada sin tu consentimiento, para que el beneficio que me haces no sea forzado, sino voluntario. Tal vez, él se apartó de ti por un instante, a fin de que lo recuperes para siempre, no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan querido para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor. Por eso, si me consideras un amigo, recíbelo como a mí mismo.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Que brille sobre mí la luz de tu rostro, y enséñame tus preceptos
(Sal 118, 135).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 14, 25-33

Junto con Jesús iba un gran gentío, y Él, dándose vuelta, les dijo: Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. ¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: “Este comenzó a edificar y no pudo terminar”. ¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz. De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

LA RADICALIDAD DEL SEGUIMIENTO DE JESÚS.

Ser sabios de verdad

Este texto de la Sabiduría muestra cómo el hombre siente las limitaciones de su inteligencia, incluso cuando se esfuerza en el conocimiento de las cosas más cercanas y familiares, de aquellas que están al alcance de su mano. Con mayor razón siente su incapacidad cuando pretende llegar con su conocimiento a las cosas del cielo, que le son inaccesibles. De ahí que, para conocer los designios de Dios necesite que descienda sobre él el Espíritu de Dios. La sabiduría es un don de Dios. Evidentemente no se habla aquí de la sabiduría de los filósofos, de la sabiduría que nos hace doctos, o de la ciencia que nos “infla”; se habla de una sabiduría eminentemente práctica, de la sabiduría de la vida que conduce a la salvación integral. En este sentido, sabio es aquel que conoce la voluntad de Dios. La sabiduría que tiene relación con Dios, la experiencia de la fe, está por encima de las capacidades naturales del hombre. Ser hombre en plenitud es saber situarse en actitud de súplica hacia Dios.

Disponibles para Dios
y para todos

Sabiduría auténtica es la que hay que tener para comprender el evangelio de hoy: es muy exigente y radical. Hay dos frases que llaman poderosamente la atención: “el que no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío”; “el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”. La traducción litúrgica de la primera frase refleja un cierto pudor. El texto griego no habla de posponer, sino de odiar. Realmente la frase suena muy fuerte: “Si alguno viene conmigo y no odia a.....”. No son afirmaciones fáciles de asimilar; y lo más grave del asunto es que no se trata de un pasaje aislado, sino de una constante a lo largo de todo el evangelio de Lucas: seguir a Jesús implica radicalidad. Jesús es un Señor incompatible con otros señoríos. Estas palabras no acaban de gustarnos y por eso les buscamos la vuelta, como sea y a cualquier precio. ¿Es posible que Jesús nos hable de odiar a los seres más queridos? Jesús no nos pide cosas inhumanas, nos pide que seamos humanos en plenitud, libres de las ataduras de nuestro egoísmo. Tenemos que empezar a descubrir que este odiar significa estar disponibles para Dios y para todos.

Libres para seguir a Jesús
con radicalidad

Hay dos pequeñas parábolas explicativas en el evangelio. Ambas tratan de empresas muy difíciles y problemáticas y, por ello mismo, hay que afrontarlas con seriedad y no a la ligera. Así es como hay que afrontar la difícil empresa de ser discípulo de Jesús. Las comparaciones que Jesús propone quieren evidenciar que hacerse discípulo de Cristo es una cosa seria: mejor no empezar, si no se está dispuesto a ir hasta el final. Jesús habla después de la cruz: es la pena de muerte impuesta por los romanos. Por último, el adiós a los bienes, a todos los bienes. Para ser sus discípulos, Jesús no nos pide que cumplamos los mandamientos, que seamos buenos. Nos pide que seamos absolutamente disponibles, que contemos con la posibilidad de la agresión y de la muerte decretada, que no tengamos la obsesión del dinero. Lo específico del hecho cristiano no es la moral. A algunos, Jesús les pide alejarse de los suyos y de los problemas familiares. A todos les muestra que nunca serán libres para responder a las llamadas de Dios, si se niegan a pensar en forma totalmente nueva los lazos familiares y el uso de su tiempo. Duras pueden parecer estas palabras, pero son evangelio de verdad.

Padre José Mª Martín, OSA
                   España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.