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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

viernes, 27 de julio de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

XVIIº DOMINGO DEL TIEMPO COMÚN
DE LA IGLESIA


 
“TODOS COMERÁN Y SOBRARÁ"

DOMINGO 29 DE JULIO DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL SEGUNDO LIBRO
DE LOS REYES 4, 42-44

Llegó un hombre de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios pan de los primeros frutos: veinte panes de cebada y grano recién cortado, en una alforja. Eliseo dijo: “Dáselo a la gente para que coman”. Pero su servidor respondió: “¿Cómo voy a servir esto a cien personas?” “Dáselo a la gente para que coman, replicó él, porque así habla el Señor: Comerán y sobrará”. El servidor se lo sirvió; todos comieron y sobró, conforme a la palabra del Señor.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
145 (144), 10-11. 15-18

R.: ABRES TU MANO, SEÑOR,
Y NOS COLMAS CON TUS BIENES.

Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder  R.:

Los ojos de todos esperan en ti,
y Tú les das la comida a su tiempo;
abres tu mano
y colmas de favores a todos los vivientes  R.: 

El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus acciones;
está cerca de aquellos que lo invocan,
de aquellos que lo invocan de verdad  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A LOS
CRISTIANOS DE ÉFESO 4, 1-6

Hermanos:

Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la vocación que han recibido. Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Traten de conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la paz. Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su pueblo
(Lc 7, 16).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 6, 1-15

Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía curando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a Él y dijo a Felipe: “¿Dónde compraremos pan para darles de comer?” Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: “Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan”. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?” Jesús le respondió: “Háganlos sentar”. Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: “Este es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo”. Jesús, sabiendo que querían apoderarse de Él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

EUCARISTÍA Y MISIÓN.

Alimento para el camino.

La multiplicación de los panes es uno de los pocos episodios del evangelio recogido por los cuatro evangelistas. Juan relata este episodio en el contexto de la definición de Jesús como “camino, verdad y vida”. No basta con conocer el camino, hay que tener fuerzas para recorrerlo. Jesús se nos ofrece gratuitamente: “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre y el que cree en mí nunca pasará sed” (Jn 6, 35). También es necesario beber para no quedarnos deshidratados. En el diálogo con la Samaritana Jesús se presenta como “el agua viva”. Dice un viejo dicho que “con pan y vino se anda el camino”. Es en las bodas de Caná donde Jesús se nos muestra como el “vino nuevo” que da vida. El pan es el alimento básico y, por eso, Jesús se compara con el pan que ha venido del cielo para hacernos vivir. Este el mensaje del evangelio de hoy, cargado de un gran simbolismo eucarístico. Es la Eucaristía la “fuente y cumbre de la vida cristiana”. Es el alimento que sustenta nuestra vida.

El milagro de compartir

La misión de Jesús es anunciar, pero también establecer y hacer posible la realidad del Reino. Antes de exponer el “signo”, el evangelista nos dice que lo seguían porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. El hombre de hoy tiene hambre física, hambre de pan, pero también hambre de felicidad, hambre espiritual. Este es el gran problema de nuestro mundo, no las disquisiciones en las que a veces nos enfrascamos. Así lo ha subrayado el Papa Benedicto XVI: “¿Puede haber algo más trágico, algo que contradiga más la fe en un Dios bueno y la fe en un redentor de los hombres que el hambre de la humanidad?” La lacra del hambre es consecuencia de nuestro pecado, pues Dios ha puesto los bienes del mundo al servicio de todos, no de unos pocos. Jesús nos enseña el método para combatir el hambre física: compartir en justicia con el prójimo necesitado. Benedicto XVI lo ha dejado claro: “sólo el amor es la fuerza extraordinaria que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz”. La Eucaristía nos impulsa a amar y la caridad -amor- es la fuerza impulsora del “auténtico desarrollo de la persona y de toda la humanidad”. El gran signo que se manifiesta en la multiplicación de los panes y de los peces es “el milagro del compartir”. La forma de saciar nuestra inmensa ansia de felicidad es acercarnos a Él, para unirnos a Él y dejarnos transformar por Él. Esto sucede cuando nos acercamos con fe a recibirle en la Eucaristía, sacramento de vida y fraternidad.

El hambre de verdad y plenitud sólo puede saciarla Dios

La Eucaristía más que una obligación es una necesidad. Aquí venimos a saciar nuestra hambre, a celebrar nuestra fe, a saciarnos de los favores de Dios. Seríamos necios si no aprovecháramos este alimento que nos regala. Vivamos con intensidad cada gesto, cada palabra de la Eucaristía con actitudes sinceras de agradecimiento, alabanza, perdón, petición de ayuda y ofrecimiento de nuestra vida. ¿Hay algo más maravilloso en nuestro mundo? No nos reservemos para nosotros la gracia recibida. Sobran doce cestos al final: representan la misión encomendada a los doce apóstoles de llevar la Buena Noticia por todo el mundo. Somos nosotros ahora los discípulos de Jesús, 

invitemos a todos a saborear y a vivir el gran don de la presencia de Dios entre nosotros.

Padre José Mª Martín, OSA
                   España.
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.