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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

lunes, 16 de julio de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

XVIº DOMINGO DEL
TIEMPO COMÚN DE LA IGLESIA.


 
“EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTA”

DOMINGO 22 DE JULIO DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO
DE JEREMÍAS 23, 1-6

¡Ay de los pastores que pierden y dispersan el rebaño de mi pastizal! -oráculo del Señor-. Por eso, así habla el Señor, Dios de Israel, contra los pastores que apacientan a mi pueblo: ustedes han dispersado mis ovejas, las han expulsado y no se han ocupado de ellas. Yo, en cambio, voy a ocuparme de ustedes, para castigar sus malas acciones -oráculo del Señor. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países adonde las había expulsado, y las haré volver a sus praderas, donde serán fecundas y se multiplicarán. Yo suscitaré para ellas pastores que las apacentarán; y ya no temerán ni se espantarán, y no se echará de menos a ninguna -oráculo del Señor. Llegarán los días -oráculo del Señor- en que suscitaré para David un germen justo; Él reinará como rey y será prudente, practicará la justicia y el derecho en el país. En sus días, Judá estará a salvo e Israel habitará seguro. Y se lo llamará con este nombre: "El Señor es nuestra justicia".

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
23 (22), 1-6

R.: EL SEÑOR ES MI PASTOR,
NADA ME PUEDE FALTAR.

El Señor es mi pastor,
nada me puede faltar.
Él me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas   R.:

Me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque Tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza  R.:

Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa   R.:

Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE ÉFESO 2, 13-18

Hermanos:

Ahora, en Cristo Jesús, ustedes, los que antes estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque Cristo es nuestra paz: Él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba, y aboliendo en su propia carne la Ley con sus mandamientos y prescripciones. Así creó con los dos pueblos un solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz, y los reconcilió con Dios en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, destruyendo la enemistad en su persona. Y Él vino a proclamar la Buena Noticia de la paz, paz para ustedes, que estaban lejos, paz también para aquellos que estaban cerca. Porque por medio de Cristo, todos sin distinción tenemos acceso al Padre, en un mismo Espíritu.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

“Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen”
(Jn 10, 27).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN MARCOS 6, 30-34

Al regresar de su misión los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.

Palabra de Dios:
Gloria y Honor a ti, Señor Jesús.

LAS VACACIONES DE JESÚS.

LLEGARÁ UN AUNTÉNTICO PASTOR.

A comienzos del siglo VI a. C., Joaquín, después de reinar solamente tres meses sobre Judá, se rinde a Nabucodonosor, que lo deporta a Babilonia y pone en su lugar a Sedecías. Este, rey por la gracia de Nabucodonosor, que no por la gracia de Dios, es un hombre débil que se deja manejar por sus cortesanos hasta que viene sobre Jerusalén y su templo la ruina definitiva. Personajes como Sedecías llenan las páginas de todos nuestros periódicos. Dirigentes del pueblo pululan y crecen por todas las partes como hierba. Debe ser “una profesión rentable”. Todos hablan de “servir” al pueblo, de orientarlo, de conducirlo a los buenos pastos del bienestar y del progreso; a veces dicen que es “servicio muy pesado”, ¿No intentarán más bien aprovecharse a costa de las pobres ovejas? Personajes como Sedecías hay muchos; auténticos liberadores, se pueden contar con los dedos de la mano. Las pobres y esquilmadas ovejas aún continúan soñando con un Liberador. El profeta Jeremías anuncia que Dios suscitará a David un “vástago legítimo”. Ese vástago de David estará al servicio de la “justicia y el derecho”, cosa que no ha cumplido Sedecías, y unificará Israel con Judá en un reino de paz. El vástago llevará un nombre auténtico, aclamado por todo el pueblo: “El Señor es nuestra justicia”. El Mesías será descendiente de David, será rey para establecer el reinado de la justicia y traer así la salvación. La figura del pastor, ensalzada en el salmo 23 (22), es una simbología bíblica que designa al líder religioso o político. Desde el rey David, pastor y rey al mismo tiempo, surge la promesa de que Dios mismo vendrá a apacentar sus ovejas y a reunirlas de la dispersión a que las ha llevado la corrupción de sus pastores.

NECESITAMOS EL DESCANSO Y LA QUIETUD.

Nos lo pueden dar las vacaciones, pero sólo alcanzaremos el pleno sosiego si alimentamos nuestro espíritu, ahora que tenemos más tiempo libre. Jesús es el pastor del salmo 23 (22): “Nos hace recostar en verdes praderas y nos conduce hacia fuentes tranquilas”. Sin duda, una imagen deliciosa de paz y de quietud. Pero nosotros, siempre llevando la contraria, después de tanto protestar por el ritmo y las dificultades del viaje, somos incapaces de pararnos. Jugamos a ser personas importantes, siempre atareadas. Oración, distensión, silencio, reflexión: no tenemos tiempo para estas cosas. Tenemos todo el tiempo ocupado en mil naderías, que llamamos pomposamente “compromisos urgentes”, “necesidades improrrogables” y no tenemos un minuto para dedicarlo a nosotros mismos. Por eso estamos siempre cansados. Y nuestro espíritu en vez de robustecerse, se entristece y entumece alarmantemente, ni nos damos cuenta de que existe. Damos vueltas en el vacío, creyéndonos que hacemos algo. Jesús actúa como ese nuevo pastor; en Él, Dios en persona se ha hecho cargo de su pueblo. Asume la función de pastor de toda la humanidad. Se conmueve de la multitud y renuncia a su relax para enseñar a los que han ido en su busca. En Jesús, Dios mismo pastorea a su pueblo; un pueblo nuevo que es toda la humanidad; pues su sacrificio fue uno para siempre y para todos.

JESÚS NECESITA DESCANSAR, PERO ESTA SIEMPRE DISPUESTO A SERVIR.

Herodes acababa de mandar ejecutar a Juan El Bautista y los apóstoles habían vuelto de su primera experiencia misionera. La primera noticia produjo, sin duda, una gran tristeza en Jesús, pero sabe que tiene que seguir adelante y se preocupa de sus discípulos, que necesitan descanso. Les invita a retirarse a un lugar desierto para que descansaran, pues eran tantos los que iban y venían, que no tenían tiempo ni para comer. Pero la multitud los descubre y a Jesús le da pena: “se compadeció de ellos porque eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas”. El texto nos presenta a Jesús en medio de esa multitud y su actitud, que no es la de retirarse y huir, sino compadecerse de ellos, como manifestación encarnada de Dios que es Amor. La compasión que Dios tiene por nosotros es contagiosa y quiere despertar también en nosotros otras compasiones para con todas las indigencias que sufren nuestros hermanos. A veces también nosotros podemos querer despedir a la multitud, quizás no tanto para que no los sorprenda la noche, sino para sacárnosla de encima y evitarnos complicaciones. Lo que Jesús quiere recordarnos es la urgencia de una caridad (amor) pastoral siempre despierta y atenta a lo que podemos hacer por los demás. Compiten dos aspectos de la compasión de Cristo. Ve el agotamiento de sus discípulos, sin mencionar el suyo que debía ser mucho mayor, y ve la necesidad del pueblo, hambriento de la palabra de salvación. Es hermoso ver a Jesús debatirse entre estos dos rostros del amor: el amor que quiere acoger y dar reposo, y el amor que quiere sanar y enseñar. La gente necesita a Jesús, está sedienta de un nuevo mensaje que sacie su sed de felicidad. Hoy día ocurre lo mismo... ¿En este momento de nuestra vida nos estamos dejando guiar por el bastón de Jesús, nuestro Pastor?,
 
¿sabemos compaginar contemplación y acción, experiencia de Dios y servicio al prójimo?


Padre José Mª Martín, OSA
                  España.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.