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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

martes, 30 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

VIº DOMINGO DE PASCUA


 
LA INDISCUTIBLE PAZ,
ES DON DE DIOS”

DOMINGO 05 DE MAYO DE 2013

 
PRIMERA LECTURA

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 15, 1-2. 22-29

Algunas personas venidas de Judea a Antioquía enseñaban a los hermanos que si no se hacían circuncidar según el rito establecido por Moisés, no podían salvarse. A raíz de esto, se produjo una agitación: Pablo y Bernabé discutieron vivamente con ellos, y por fin, se decidió que ambos, junto con algunos otros, subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los Apóstoles y los presbíteros. Entonces los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos, y les encomendaron llevar la siguiente carta: “Los Apóstoles y los presbíteros saludamos fraternalmente a los hermanos de origen pagano, que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia. Habiéndonos enterado de que algunos de los nuestros, sin mandato de nuestra parte, han sembrado entre ustedes la inquietud y provocado el desconcierto, hemos decidido de común acuerdo elegir a unos delegados y enviárselos junto con nuestros queridos Bernabé y Pablo, los cuales han consagrado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje. El Espíritu Santo, y nosotros mismos, hemos decidido no imponerles ninguna carga más que las indispensables, a saber: que se abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales. Harán bien en cumplir todo esto. Adiós”.

Palabra de Dios
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
67 (66), 2-3. 5-6. 8

R.:
A DIOS DEN GRACIAS LOS PUEBLOS,
ALABEN LOS PUEBLOS A DIOS.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones R.:

Que todos los pueblos te den gracias.
Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia
y guías a las naciones de la tierra R.:

¡Que los pueblos te den gracias,
Señor, que todos los pueblos te den gracias!
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra R.:

SEGUNDA LECTURA

TOMADA DEL LIBRO DEL
APOCALIPSIS 21, 10-14. 22-23

El Ángel me llevó en espíritu a una montaña de enorme altura, y me mostró la Ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios. La gloria de Dios estaba en ella y resplandecía como la más preciosa de las perlas, como una piedra de jaspe cristalino. Estaba rodeada por una muralla de gran altura que tenía doce puertas: sobre ellas había doce ángeles y estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Tres puertas miraban al este, otras tres al norte, tres al sur, y tres al oeste. La muralla de la Ciudad se asentaba sobre doce cimientos, y cada uno de ellos tenía el nombre de uno de los doce Apóstoles del Cordero. No vi ningún templo en la Ciudad, porque su Templo es el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. Y la Ciudad no necesita la luz del sol ni de la luna, ya que la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el Cordero.

Palabra de Dios
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él”, dice el Señor
(Jn 14, 23).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 14, 23-29

Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: “Me voy y volveré a ustedes”. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que Yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.

Palabra de Dios
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

EL AMOR NOS HACE FUERTES EN LAS PRUEBAS.

LA VOZ DEL PUEBLO DE DIOS.

El Libro los Hechos recoge las conclusiones del primer Concilio de la Iglesia, el Concilio de Jerusalén. Toda la iglesia, es decir, los apóstoles, los presbíteros y los hermanos, participan en la solución del problema y en nombre de toda la iglesia de Jerusalén se escribe la carta a las otras iglesias. Pero allí se encontraba también el Espíritu Santo, para iluminarles y ayudarles a tomar la decisión: “Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros”. El tema que se debatía era sobre la necesidad de la circuncisión para salvarse “como mandaba la Ley de Moisés”, o si bastaba la fe en Jesucristo. La circuncisión era todo un símbolo de la Ley antigua. ¿Hay que seguir cumpliéndola o ya tenemos una Ley nueva? ¿Cristo es sólo un complemento de la Ley antigua o ya es Él la Ley nueva? Pablo se muestra desde el principio partidario de la “libertad de los hijos de Dios”. La decisión fue renovadora y liberadora. No tenemos más Ley que Cristo… Si exigieron todavía algunas tradiciones sobre la carne y la sangre fue por evitar la ruptura del grupo más conservador. La Iglesia actual debe tener en cuenta también hoy día la voz del pueblo de Dios y actuar conforme a “los signos de los tiempos”.

QUE TODOS LOS PUEBLOS TE ALABEN.

El salmo 66 que hemos proclamado expresa el reconocimiento al Creador porque ha bendecido a la tierra con sus frutos, y llama a todos los pueblos a unirse en esta acción de gracias. Es un mensaje muy actual, pues implica superar odios y hostilidades para que todos los hombres puedan sentarse en la única mesa y alabar al Creador por tantos dones que nos ha hecho. El mensaje de la apertura a lo nuevo subyace en la lectura del Apocalipsis. El número total de puertas es de doce, recibiendo cada una de ellas el nombre de una de las doce tribus de Israel; y sobre cada uno de los doce basamentos que dan fortaleza y cohesión a las murallas, el nombre de un apóstol. Así quedan unidos los dos Testamentos con la realización de todas las promesas, pues el número doce indica plenitud.

EL QUE ME AMA GUARDARÁ MI PALABRA.

Para que una persona se manifieste a otra se requiere que ésta demuestre interés, apertura, disponibilidad por aquélla. Estas actitudes se dan en grado sumo en quien ama. Por eso, sólo quien ama está en condiciones de recibir y entender manifestaciones personales. Por eso Jesús no se manifiesta al mundo, porque el mundo en Juan es la noche, la cerrazón, todo aquél que no ama, todo aquél que odia, todo aquél cerrado en sí mismo y en sus intereses. Hoy Jesús manifiesta que quien le ama a Él es también amado por el Padre, quien hace morada en esa persona. Jesús cambia el concepto antiguo de Dios y la relación del hombre con Él. El Padre no es ya un Dios lejano, sino el que se acerca al hombre y vive con él, formando comunidad con los hombres. Buscar a Dios no exige ir a encontrarlo fuera de uno mismo, sino dejarse encontrar por Él, descubrir y aceptar su presencia por una relación que ya no es de siervo-señor, sino la de Padre-hijo. Esta fue la experiencia de San Agustín, cuya conversión hemos celebrado la semana pasada. El amor ayuda a superar todas las pruebas. Nuestro corazón dejará de ser cobarde y de temblar, porque Dios permanece siempre con nosotros. El amor a Dios nos trae la paz verdadera y plena, no la paz que da el mundo. Si guardamos y practicamos la palabra de Jesús viviremos alegres en la práctica de las buenas obras. El santo obispo de Hipona, comentando este evangelio, escribió:


Por tanto, hermanos, perseguid el amor, el dulce y saludable vinculo de las mentes sin el que el rico es pobre y con el que el pobre es rico. El amor da resistencia en las adversidades y moderación en la prosperidad; es fuerte en las pruebas duras, alegre en las buenas obras; confiado en la tentación, generoso en la hospitalidad; alegre entre los verdaderos hermanos, pacientísimo entre los falsos”.


Padre José Mª Martín, OSA
España

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

viernes, 26 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO


Vº DOMINGO DE PASCUA

 
“LA CIUDAD DONDE TODOS CABEN”.

DOMINGO 28 DE ABRIL DE 2013



PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 14, 21-27

Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de Pisidia. Confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad establecieron presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Luego anunciaron la Palabra en Perge y descendieron a Atalía. Allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para realizar la misión que acababan de cumplir. A su llegada, convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
145 (144), 8-13

R.:
BENDECIRÉ TU NOMBRE ETERNAMENTE,
DIOS MÍO, EL ÚNICO REY.

El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas  R.:


Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder  R.:

Así manifestarán a los hombres tu fuerza
y el glorioso resplandor de tu reino:
Tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APOCALIPSIS 21, 1-5

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: “Esta es la carpa de Dios entre los hombres: Él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será con ellos su propio Dios. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó”. Y el que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas”.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

“Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, como Yo lo he amado”, dice el Señor
(Jn 13, 34).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 13, 31-33. 34-35

Durante la Última Cena, después que Judas salió, Jesús, dijo: Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto. Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como Yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR.

La puerta abierta de la salvación.

El Libro de los de Hechos pone de relieve que el anuncio del evangelio conlleva muchas veces persecuciones. Jesús fue perseguido y sus primeros discípulos también. Hoy día más de doscientos millones de cristianos en todo el mundo tienen dificultades para vivir su fe. En algunos lugares incluso mueren mártires por seguir a Jesucristo. Lucas menciona por vez primera la erección de presbíteros en las iglesias primitivas. No explica los detalles de su función en la Iglesia, pero está claro que eran nombrados para servir a la comunidad como guías y pastores. La lectura termina con la constatación gozosa de que “Dios ha abierto a los gentiles el camino de la fe”. Esta breve frase recalca la importancia idéntica en el orden histórico-salvífico de Antioquía y de Jerusalén, pues todos, judíos y gentiles, son llamados a la salvación. La imagen de la puerta encierra el significado de que la salvación que Jesucristo ofrece está abierta a todos los hombres y mujeres, de toda raza o condición.

La utopía del “nuevo cielo y tierra nueva”, proclamada en el Apocalipsis, puede hacerse realidad.

No podemos conformarnos con ninguna injusticia, con ninguna mentira, con ningún dolor gratuito. Buscamos siempre la ciudad ideal, que es la ciudad del ser: la sociedad perfecta, que es la civilización del amor. Un mundo en que no nos hagamos sufrir unos a otros, sino que tratemos de ayudarnos unos a otros. El mundo nuevo no supone la destrucción apocalíptica de éste, sino su transformación progresiva. La vida nueva ya está injertada en este mundo viejo. El Reino de Dios ya está dentro de nosotros. Cuando se llegue a conseguir este ideal, toda la ciudad será sagrada: no harán falta templos, porque Dios habitará en medio de su pueblo.

¿Por qué Jesús llama “nuevo” el mandamiento de amarnos los unos a los otros?

Sólo una vez Jesús calificó de “nuevo” un mandamiento. La víspera de su pasión, Jesús dice a sus discípulos: “Os doy un mandamiento nuevo: Amaos los unos a los otros; como Yo os he amado”. ¿En qué es nuevo ese mandamiento? ¿Acaso no se pide ya en el mandamiento antiguo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo?” Jesús da una nueva medida al amor. Dice “como Yo os he amado” en el momento mismo en el que, por amor, entrega todo. “Antes de la fiesta de la Pascua, Jesús, amando a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. Comienza a lavar los pies diciendo: “Es un ejemplo que os doy”.

Ahora será glorificado desde el amor.

Precisamente, antes del mandamiento nuevo se encuentra una palabra enigmática: “Ahora el Hijo del Hombre será glorificado”. ¿De qué modo Cristo será glorificado antes de entrar, por medio de la cruz y de la resurrección, en la gloria de su Padre? Ya ha sido glorificado porque su gloria es amar. Es por ello que ahora, cuando “ama hasta el extremo”, su gloria se manifiesta. Judas ha “salido de noche” para entregarlo. Pero Jesús no padece pasivamente el acontecimiento: entregado, se da a sí mismo, continúa amando en una situación que parece sin esperanza. Es ésa su gloria. Con el mandamiento nuevo, Jesús asocia a sus discípulos a lo que Él ha vivido, les hace capaces de amar con El ama. Oró en esa tarde: “Que el amor con el que tú me has amado esté en ellos y Yo en ellos.” A partir de ahora Jesús les habitará como amor, amará en ellos. No sólo da una palabra para que la observen; se da Él mismo. Con el don del mandamiento nuevo Jesús hace don de su presencia. Si ponemos en práctica este mandamiento habremos conseguido instaurar la “civilización del amor”, de la que hablaba Pablo VI.


Padre José Mª Martín, OSA
                   España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

jueves, 18 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

IVº DOMINGO DE PASCUA



“ESCUCHAR PARA HABLAR”.

DOMINGO 21 DE ABRIL DE 2013


PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 13, 14. 43. 52

En aquellos días: Pablo y Bernabé continuaron su viaje, y de Perge fueron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron. Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé. Estos conversaban con ellos, exhortándolos a permanecer fieles a la gracia de Dios. Casi toda la ciudad se reunió el sábado siguiente para escuchar la Palabra de Dios. Al ver esa multitud, los judíos se llenaron de envidia y con injurias contradecían las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé, con gran firmeza, dijeron: “A ustedes debíamos anunciar en primer lugar la Palabra del Señor, pero ya que la rechazan y no se consideran dignos de la Vida eterna, nos dirigimos ahora a los paganos. Así nos ha ordenado el Señor: “Yo te he establecido para ser la luz de las naciones, para llevar la salvación hasta los confines de la tierra”. Al oír esto, los paganos, llenos de alegría, alabaron la Palabra de Dios, y todos los que estaban destinados a la Vida eterna abrazaron la fe. Así la Palabra del Señor se iba extendiendo por toda la región. Pero los judíos instigaron a unas mujeres piadosas que pertenecían a la aristocracia y a los principales de la ciudad, provocando una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron de su territorio. Estos, sacudiendo el polvo de sus pies en señal de protesta contra ellos, se dirigieron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
100 (99), 1-3. 5

R.:
SOMOS SU PUEBLO
Y OVEJAS DE SU REBAÑO.

Aclame al Señor toda la tierra,
sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta Él con cantos jubilosos  R.:

Reconozcan que el Señor es Dios:
Él nos hizo y a Él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño  R.:

¡Qué bueno es el Señor!
Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones   R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APOCALIPSIS 7, 9. 14-17

Yo, Juan, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas en la mano. Y uno de los Ancianos me dijo: “Éstos son los que vienen de la gran tribulación; ellos han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios y le rinden culto día y noche en su Templo. El que está sentado en el trono extenderá su carpa sobre ellos: nunca más padecerán hambre ni sed, ni serán agobiados por el sol o el calor. Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá hacia los manantiales de agua viva. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos”.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN AL EVANGELIO.

¡ALELUYA!

“Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”, dice el Señor
(Jn 10, 14).

¡ALELUYA!


EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 10, 27-30

Jesús dijo: Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y Yo somos una sola cosa.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

BUENOS PASTORES Y BUENAS OVEJAS

Evangelio para todos.

La primera lectura, del Libro de los Hechos, es uno de los textos fundamentales para conocer la apertura del mensaje evangélico a todas las gentes. Vemos cómo se produce el rechazo de la comunidad judía y la reacción de Pablo de ir a otros que lo aceptan. La hostilidad de los judíos pone aún más de relieve el coraje de los apóstoles y descubre las dos actitudes que pueden adoptarse ante el Evangelio: los judíos lo rechazan y se quedan con sus prejuicios, los gentiles lo aceptan y alcanzan la “vida eterna”. Es verdad que también entre los gentiles Pablo encontrará dificultades… Pero la enseñanza del texto es que no debe haber un monopolio del mensaje evangélico, no se puede encorsetar la Palabra en formas concretas predeterminadas por tradiciones que pueden ser superadas por la dinámica del evangelio. Hay que ser fuertes para pasar por encima de las resistencias. Así surgirá la alegría final de haber hecho lo que teníamos que hacer. ¿Quién no se da cuenta que junto a la Iglesia actual todavía hay “prosélitos?”, o sea, hombres de buena voluntad, que esperan que se les predique un evangelio realmente abierto a todos, y para los cuales no hay cabida en nuestras asambleas. Pero la misión ha de continuar mientras haya ciudades en el mundo que aún no hayan escuchado el evangelio. La historia se repite muchas veces…


Pastores que están en medio de las ovejas y dan vida eterna.

El pastor y las ovejas es una imagen clásica en la literatura bíblica. Muchos profetas se sirvieron de ella cuando quisieron hablar de las relaciones entre Dios y su Pueblo. Es una imagen cotidiana en una economía agrícola y ganadera. Las ovejas representan a los seguidores de Jesús, el Buen Pastor, que da su vida por ellas. El Papa nos ha recordado recientemente que “los pastores tienen que oler a oveja”, es decir tienen que estar en medio del pueblo, compartir sus sufrimientos y sus gozos. El auténtico pastor “conoce a sus ovejas” y les da vida. He aquí una expresión típica de Juan: “vida eterna”. Esta es la vida que Jesús, el Pastor, da a cuantos creen en Él y le siguen. Juan escribe su evangelio para que, creyendo en Jesús, tengamos vida eterna. Quiere decir todo esto que Juan entiende la “vida eterna” como algo que se inicia ya en este mundo. Jesús está convencido de que nada ni nadie puede apartar de sus brazos a los que son “suyos” y a los que Él ama. Por eso, cuantos creen en Jesús tienen su vida eterna guardada en las mejores manos y no morirán para siempre. Porque Jesús y el Padre son uno.

¿Y las ovejas?

“Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen”, dice Jesús. Lo primero que tenemos que hacer es escuchar la Palabra de Dios, para después hacerla vida en nosotros y seguir a Jesús a Jesús. El seguimiento de Jesús comporta un comportamiento consecuente con el Evangelio. El seguimiento es la norma de moralidad para el cristiano. A este respecto escribe San Agustín: “¡Lejos de nosotros afirmar que faltan ahora buenos pastores; lejos de nosotros el que falten, lejos de su misericordia el que no los haga nacer y otorgue! En efecto, si hay ovejas buenas, hay también pastores buenos, pues de las buenas ovejas salen buenos pastores. Pero todos los buenos pastores están en uno, son una sola cosa. Apacientan ellos: es Cristo quien apacienta. Los amigos del esposo no dicen que es su voz propia, sino que gozan de la voz del esposo”.


Padre José Mª Martín, OSA
                   España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

miércoles, 10 de abril de 2013

EEVANGELIO DEL DOMINGO



IIIº DOMINGO DE PASCUA



“EN TU NOMBRE, SEÑOR”.


DOMINGO 14 de ABRIL DE 2013



PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 5, 27-32. 40-41

Cuando los Apóstoles fueron llevados al Sanedrín, el Sumo Sacerdote les dijo: “Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre!” Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que ustedes hicieron morir suspendiéndolo del patíbulo. A Él, Dios lo exaltó con su poder, haciéndolo Jefe y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen”. Llamaron a los Apóstoles, y después de hacerlos azotar, les prohibieron hablar en el nombre de Jesús y los soltaron. Los Apóstoles, por su parte, salieron del Sanedrín, dichosos de haber sido considerados dignos de padecer por el nombre de Jesús.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
30 (29), 2. 4-6. 11-12a. 13b

R.:
YO TE GLORIFICO, SEÑOR,
PORQUE TU ME LIBRASTE.

Yo te glorifico, Señor,
porque tú me libraste
y no quisiste que mis enemigos
se rieran de mí.
Tú, Señor, me levantaste del Abismo
y me hiciste revivir,
cuando estaba
entre los que bajan al sepulcro  R.:


Canten al Señor, sus fieles;
den gracias a su santo Nombre,
porque su enojo dura un instante,
y su bondad, toda la vida:
si por la noche se derraman lágrimas,
por la mañana renace la alegría  R.:

“Escucha, Señor, ten piedad de mí;
ven a ayudarme, Señor”.
Tú convertiste mi lamento en júbilo.
¡Señor, Dios mío,
te daré gracias eternamente!  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO EL
APOCALIPSIS 5, 11-14

Yo, Juan, oí la voz de una multitud de Ángeles que estaban alrededor del trono, de los Seres Vivientes y de los Ancianos. Su número se contaba por miles y millones, y exclamaban con voz potente: “El Cordero que ha sido inmolado es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza”. También oí que todas las criaturas que están en el cielo, sobre la tierra, debajo de ella y en el mar, y todo lo que hay en ellos, decían: “Al que está sentado sobre el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y poder, por los siglos de los siglos”. Los cuatro Seres Vivientes decían: “¡Amén!”, y los Ancianos se postraron en actitud de adoración.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Resucitó Cristo, que creó todas las cosas y tuvo misericordia de su pueblo.


¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 21, 1-14

Después de esto, Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “Vamos también nosotros”. Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era Él. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿tienen algo para comer?” Ellos respondieron: “No”. Él les dijo: “Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán”. Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: “¡Es el Señor!”. Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla. Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: “Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar”. Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: “Vengan a comer”. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: “¿Quién eres?”, porque sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

VALENTÍA Y CONFIANZA EN EL SEÑOR.

Jesús nos acompaña en la misión.

El capítulo 21 del Evangelio según San Juan está cargado de simbolismo. La escena de la pesca es muy semejante a la que Lucas narra en el capítulo 5 de su evangelio. La diferencia es que ahora Jesús es el Señor resucitado. El vencedor de la muerte dice a sus discípulos: “echad la red”. Los siete discípulos representan a toda la Iglesia, que debe dar testimonio de su fe; los 153 peces quizá simbolicen el número de naciones conocidas entonces, porque a todos se les anuncia la Buena Noticia. Al principio no pescan nada, pues sin la presencia de Jesús la Iglesia no puede nada, aunque emplee los medios más modernos en la transmisión de la fe. Pero Él está con nosotros y nos dice de nuevo: “Echad las redes”.

Tenemos que ser coherentes y valientes.

Hemos de hacer realidad en nuestra vida aquello que a los Apóstoles les causó la cárcel, pero que les dio la verdadera paz y felicidad que vienen de Dios: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. El Señor habla, sigue hablando y a cada uno en particular nos pide cosas concretas a través de las mil circunstancias de la vida ordinaria. Hemos de ser valientes: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. Por ser coherentes con su compromiso sufrieron mil penalidades: “Azotaron a los Apóstoles, les prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los Apóstoles salieron del consejo contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús”. Los Apóstoles no eran en su caminar por la tierra seres anormales, masoquistas… Pero sí eran personas enamoradas y el amor lo sufre todo con felicidad. Se esforzaron por llevar a Cristo en el corazón, y ponerlo en los corazones de los demás. “Cristo una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, la muerte ya no tiene dominio sobre Él”, proclamaron con entusiasmo. Ya lo decía San Bernardo: “creed al experimentado”. La Iglesia desde el principio aparece como signo de contradicción, por eso es perseguida. El anuncio valiente del Evangelio puede acarrear persecución por parte de los poderes de este mundo, pero está claro que “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. Si la Iglesia se acomodase a este mundo perdería el sentido de su ser. Sólo si presenta con valentía el anuncio gozoso y liberador del Evangelio se identificará con el Cordero Pascual, Jesucristo muerto y resucitado que se entrega por nosotros. Estos días se está proyectando en los cines la película “Cristiada”. Una narración épica de la Guerra Cristera (1926-1929), que fue detonada por el intento del gobierno mexicano de suprimir la libertad de culto. La película sigue la epopeya de gente ordinaria de todo el país que eligió defender su libertad. Todos ellos deberán decidir si están dispuestos a dar su vida por defenderla. Y decidieron que sí… por fidelidad a Jesucristo. Hoy día en muchos países los cristianos son perseguidos, pero siguen defendiendo su fe. Estos días nos llegaba el ejemplo sobrecogedor de la República Centroafricana y su obispo Juan José Aguirre. Ahí están los misioneros, hasta el final, al lado de los más pobres.

El seguimiento de Jesucristo merece la pena.
 
El Señor pregunta a San Pedro tres veces seguidas si le ama, como si tuviera que reparar así por las tres negaciones. La vida de los Apóstoles y en especial la de San Pedro son muy edificantes por lo que tienen de caídas, como nosotros, y de arrepentimiento. San Pedro tenía mucho de palabra: Señor si es necesario moriremos contigo, nada más ver al Señor se lanza al agua... Pero negó tres veces a Jesús ¡Qué caída más horrorosa, peor que la de Judas! Pero a diferencia de Judas, Pedro amaba con todas la fuerza de su alma al Maestro. Jesús ya resucitado le da a Pedro la primacía en toda la Iglesia “apacienta mis corderos”, “pastorea mis ovejas”. Jesús pregunta insistentemente: “¿me amas?” y Simón en su tercera respuesta como quejándose: “Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”. Y nosotros somos iguales: ¡cuántas caídas! ¡Cuántas cosas de las que tenemos que arrepentirnos! ¡Cuántas faltas de amor a Dios y al prójimo! y como San Pedro le decimos al Señor: “Tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”.
A cada uno de nosotros Jesucristo le propone seguirle con un encargo concreto.

En esto consiste ser cristiano.

Padre José Mª Martín, OSA
                   España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.