Datos personales

Mi foto
SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

jueves, 21 de marzo de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO


DOMINGO DE RAMOS
EN LA PASIÓN DEL SEÑOR





“¡BENDITO EL QUE VIENE

     EN EL NOMBRE DEL SEÑOR”.

DOMINGO 24 DE MARZO DE 2013

PRIMERA LECTURA.


TOMADA DEL LIBRO DE
ISAÍAS 50, 4-7

El mismo Señor me ha dado una lengua de discípulo, para que yo sepa reconfortar al fatigado con una palabra de aliento. Cada mañana, Él despierta mi oído para que yo escuche como un discípulo. El Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volví atrás. Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas, a los que me arrancaban la barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían. Pero el Señor viene en mi ayuda: por eso, no quedé confundido; por eso, endurecí mi rostro como el pedernal, y sé muy bien que no seré defraudado.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
22 (21), 8-9. 17-20. 23-24

R.:
DIOS MÍO, DIOS MÍO,
¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO

Los que me ven, se burlan de mí,
hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo: 
"Confió en el Señor, que Él lo libre; que lo salve,
si lo quiere tanto" R.:

Me rodea una jauría de perros,
me asalta una banda de malhechores;
 taladran mis manos y mis pies.
Yo puedo contar todos mis huesos R.:

Se reparten entre sí mi ropa
y sortean mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
 tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme R.:

Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos,

te alabaré en medio de la asamblea:  

"Alábenlo, los que temen al Señor;

glorifíquenlo, descendientes de Jacob;

 témanlo, descendientes de Israel R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE FILIPOS 2, 6-11

Jesucristo, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz.  Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: “Jesucristo es el Señor”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO.

Cristo por nosotros se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todo nombre”
(Filip 2, 8-9).

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 22, 7. 14-23. 56

Llegó el día de los Ácimos, en el que se debía inmolar la víctima pascual. Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: “He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios”. Y tomando una copa, dio gracias y dijo: “Tomen y compártanla entre ustedes. Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios”. Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes.  La mano del traidor está sobre la mesa, junto a mí. Porque el Hijo del hombre va por el camino que le ha sido señalado, pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!” Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el que iba a hacer eso.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

¿CON QUIÉN NOS IDENTIFICAMOS?

Se actualiza la Pasión de Cristo

Evangelio para la Misa del Domingo de Ramos es la lectura de la Pasión de Jesucristo. La lectura comienza con la Santa Cena, pasa a Getsemaní, a la condena por los judíos y por Pilato, las varias torturas y humillaciones del Señor, la Crucifixión, y el entierro. Conocemos la historia bien y la vamos a conocer otra vez con emoción en la Eucaristía cuando vivimos otra vez esos momentos en cuales se encuentra el punto crítico de la historia del mundo. Tenemos que preguntarnos, ¿con qué personaje me identifico? Tal vez con Judas el traidor, o con Pedro el cobarde, con Juan el discípulo fiel, con el buen ladrón, con las santas mujeres… Hoy día Jesús sigue muriendo por nosotros y muchos “Cristos” en el mundo siguen sufriendo “su pasión”.

Jesús es el siervo sufriente.
 
La lectura de Isaías tiene tres partes. Primero el profeta dice que Dios lo ha escogido, lo ha informado, y lo ha impulsado para proclamar la palabra de Dios. Segundo, el profeta no se echa para atrás. Ofrece la espalda a golpes, recibe los insultos por ser profeta de Dios. Finalmente, el profeta persiste en mostrar coraje: su rostro fue como roca. Eso es lo mismo que vemos en la Pasión: Jesús no se echó para atrás. Sabía que su ministerio y su predicación acababan en estas torturas y humillaciones, en esta muerte tan cruel y fea. Obedeció al Padre. Proclamó la verdad del Padre. Cumplió su misión por el Padre. Nosotros no lo podíamos hacer. No lo tenemos que hacer porque Jesús lo hizo por nosotros. Sí, nosotros también tenemos que obedecer, endurecer la cara como roca, hasta recibir insultos y golpes, pero no es nada comparable con la Pasión de Cristo porque Cristo era Dios mismo.

Jesús se entregó libremente por nosotros.
 
En Filipenses, San Pablo, en uno de los pasajes más maravillosos de la Biblia entera, describe en un himno lírico como Jesús abandonó sus prerrogativas divinas para tomar la condición de siervo, para humillarse, para morir en una cruz. Nosotros no somos divinos, nosotros mismos nos humillamos en muchas cosas antes que otros nos humillan, para nosotros la muerte es inevitable. Pero no fue así con Cristo. El Hijo se hizo humano y escogió ser humillado y morir. Para nosotros, al contrario, la humillación y la muerte son parte de nuestra condición desde nuestro nacimiento.

Jesús hizo lo que nosotros
 nunca pudiéramos hacer.



Padre José Mª Martín, OSA
                   España
____________________

Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.