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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

viernes, 14 de junio de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

XIº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA.


PERDÓN Y AMOR DE DIOS”.

DOMINGO 16 DE JUNIO DE 2013

 
PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL SEGUNDO LIBRO DE
SAMUEL 12, 7-10. 13

El profeta Natán dijo a David: “Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo te ungí rey de Israel y te libré de las manos de Saúl; te entregué la casa de tu señor y puse a sus mujeres en tus brazos; te di la casa de Israel y de Judá, y por si esto fuera poco, añadiría otro tanto y aún más. ¿Por qué entonces has despreciado la palabra del Señor, haciendo lo que es malo a sus ojos? ¡Tú has matado al filo de la espada a Urías, el hitita! Has tomado por esposa a su mujer, y a él lo has hecho morir bajo la espada de los amonitas. Por eso, la espada nunca más se apartará de tu casa, ya que me has despreciado y has tomado por esposa a la mujer de Urías, el hitita”. David dijo a Natán: “¡He pecado contra el Señor!” Natán le respondió: “El Señor, por su parte, ha borrado tu pecado: no morirás”.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
32 (31), 1-2. 5. 7. 11.

R.:
PERDONA, SEÑOR,
MI CULPA Y MI PECADO.

¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado
y liberado de su falta!
¡Feliz el hombre a quien el Señor
no le tiene en cuenta las culpas,
y en cuyo espíritu no hay doblez! R.:

Pero yo reconocí mi pecado,
no te escondí mi culpa, pensando:
Confesaré mis faltas al Señor”.
¡Y Tú perdonaste mi culpa y mi pecado! R.:

Tú eres mi refugio, Tú me libras de los peligros
y me colmas con la alegría de la salvación.
¡Alégrense en el Señor, regocíjense los justos!
¡Canten jubilosos los rectos de corazón! R.:


SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE GALACIA 2, 16. 19-21

Hermanos:

Como sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe en Jesucristo, hemos creído en Él, para ser justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la Ley: en efecto, nadie será justificado en virtud de las obras de la Ley. Pero en virtud de la Ley, he muerto a la Ley, a fin de vivir para Dios. Yo estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí: la vida que sigo viviendo en la carne, la vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. Yo no anulo la gracia de Dios: si la justicia viene de la Ley, Cristo ha muerto inútilmente.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Dios nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados
(1Jn 4, 10b).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 7, 36 – 8, 3

Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. Y colocándose detrás de Él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: “Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!” Pero Jesús le dijo: “Simón, tengo algo que decirte”. “Di, Maestro”, respondió él. “Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?” Simón contestó: “Pienso que aquél a quien perdonó más”. Jesús le dijo: “Has juzgado bien”. Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: “¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no cesó de besar mis pies. Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados. Por eso demuestra mucho amor. Pero aquél a quien se le perdona poco, demuestra poco amor”. Después dijo a la mujer: “Tus pecados te son perdonados”. Los invitados pensaron: “¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?” Pero Jesús dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”.


Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

AMOR Y PERDÓN.

LUCAS ES EL EVANGELIO
DE LA MISERICORDIA
Y EL PERDÓN.

La escena que contemplamos este domingo tiene un gran parecido con la parábola del fariseo y el publicano del capítulo 18 del mismo evangelio. Sabemos quién volvió a su casa justificado. Y también sabemos, por el evangelio de hoy, cómo derrocha Jesús su gracia y su perdón sobre aquél o aquella que se arrepiente. En este caso se trata del contraste entre la actitud de una pecadora arrepentida y un fariseo incapaz de comprender el significado del perdón. La actitud del último es semejante a la del hijo mayor de la parábola del Hijo Pródigo. En la escena de hoy aparecen la mujer pecadora, el fariseo y en medio Jesús. Lucas, por delicadeza, no dice el nombre de la pecadora. Algunos la identifican con María Magdalena o con María la hermana de Lázaro y Marta.

NO NOS PERDONA PORQUE
NOSOTROS SEAMOS BUENOS,
SINO PORQUE ÉL ES BUENO.

La mujer está arrepentida, reconoce su pecado, como David: “He pecado contra el Señor”. Como el autor del Salmo 31 acude al Señor: “Había pecado, lo reconocí. Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado”. La mujer ama al Señor y lo demuestra echándose a sus pies, llorando, lavándole con sus lágrimas y enjugándole con perfume. San Agustín dice que esta mujer “hablaba en silencio, no pronunció palabra alguna, pero mostraba gran veneración”. Cuando Jesús ve el arrepentimiento y la fe nunca niega el perdón. No nos perdona porque nosotros seamos buenos, sino porque Él es bueno. No se nos perdonan los pecados porque hayamos amado mucho. Es al revés “ama mucho porque se le ha perdonado mucho”. La mujer está agradecida por los pecados que se le habían perdonado. Jesús con su perdón transforma el corazón y cambia la vida de la persona perdonada.

AL QUE POCO SE LE PERDONA,
POCO AMA.


El fariseo, de acusador se convierte en acusado. Porque no tiene amor y es incapaz de comprender lo que significa el perdón. No da señales de amor a Jesús, sino que tiene un espíritu competitivo en una religión “de méritos”. No se da cuenta de que todo es gracia, de que el cumplimiento de la Ley no justifica si no hay amor. Al que poco se le perdona, poco ama. Me recuerdan estas palabras de Jesús aquella historia que decía que cada vez que reconocemos nuestra debilidad pecadora nos acercamos más a Dios. El pecado rompe el hilo que nos une a Dios, pero cada vez que recuperamos su amistad es como si hiciéramos un nudo de nuevo en la cuerda. Cada vez esta cuerda se queda más pequeña y, en consecuencia, estamos un poco más cerca de Dios. El arrepentimiento sincero nos hace valorar mejor la inmensidad de la misericordia de Dios. El fariseo no tiene nada que agradecer a nadie, ni se siente deudor de nadie. Su corazón se vuelve cada vez más duro. Quienes se creían “justos” despreciaban a los pecadores y procuraban alejarse de ellos para no contaminarse, por eso se escandalizan de que Jesús se deje tocar por la pecadora. Jesús se daba cuenta de su cerrazón y por eso llegó a decir que “los publicanos y las prostitutas irán por delante de ellos en el Reino de los Cielos” (Mt 21, 31). ¿Seguro que algunas de estas actitudes fariseas no se dan en nuestra sociedad hoy día?

EL EVANGELISTA LUCAS
MUESTRA LA OPCIÓN DE JESÚS
POR LOS MÁS DÉBILES:
POBRES, ENFERMOS Y PECADORES.

Y también por las mujeres, tan discriminadas en aquella sociedad machista. Muchas mujeres nos presenta en su evangelio: María, Isabel, la pecadora, la viuda de Naín. Aquí aparece el nombre de varias mujeres que había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, Juana mujer de Cusa el intendente de Herodes, Susana y otras mujeres que le ayudaban con sus bienes. Seguro que esta actitud de Jesús hacia las mujeres tampoco era bien vista por los “cumplidores de la Ley”. Repuestas de sus pecados y dolencias, estas mujeres se convierten en discípulas seguidoras de Jesús. Las más fieles, pues algunas de ellas estarán junto a la Cruz de Jesús. ¿Sabéis por qué? Porque al ser perdonadas tenían mucho amor y así se lo agradecían a Jesús. Me alegra que aparezcan estos nombres en el evangelio de hoy, puede hacernos pensar un poco sobre el papel de la mujer en la Iglesia de hoy.


Padre José Mª Martín, OSA
España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.


viernes, 7 de junio de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

Xº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA.





 

QUÉ DIFÍCIL ES CREER
EN UN SOLO DIOS”.

DOMINGO 09 DE JUNIO DE 2013

 
PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL PRIMER LIBRO DE
LOS REYES 17, 17-24

En aquellos días, cayó enfermo el hijo de la viuda que había socorrido al profeta Elías, y su enfermedad se agravó tanto que no, quedó en él aliento de vida. Entonces la mujer dijo a Elías: “¿Qué tengo que ver yo contigo, hombre de Dios? ¡Has venido a mi casa para recordar mi culpa y hacer morir a mi hijo!” “Dame a tu hijo”, respondió Elías. Luego lo tomó del regazo de su madre, lo subió a la habitación alta donde se alojaba y lo acostó sobre su lecho, e invocó al Señor, diciendo: “Señor, Dios mío, ¿también a esta viuda que me ha dado albergue la vas a afligir, haciendo morir a su hijo?” Después se tendió tres veces sobre el niño, invocó al Señor y dijo: “¡Señor, Dios mío, que vuelva la vida a este niño!” El Señor escuchó el clamor de Elías: el aliento vital volvió al niño, y éste revivió. Elías tomó al niño, lo bajó de la habitación alta de la casa y se lo entregó a su madre. Luego dijo: “Mira, tu hijo vive”. La mujer dijo entonces a Elías: “Ahora sí reconozco que tú eres un hombre de Dios y que la palabra del Señor está verdaderamente en tu boca”.


Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
30 (29), 2. 4-6. 11-12. 13

R.:
YO TE GLORIFICO, SEÑOR,
PORQUE TÚ ME LIBRASTE.

Yo te glorifico, Señor, porque Tú me libraste
y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí.
Tú, Señor, me levantaste del Abismo
y me hiciste revivir,
cuando estaba entre los que bajan al sepulcro R.:

Canten al Señor, sus fieles;
den gracias a su santo Nombre,
porque su enojo dura un instante,
y su bondad, toda la vida:
si por la noche se derraman lágrimas,
por la mañana renace la alegría R.:

Escucha, Señor, ten piedad de mí;
ven a ayudarme, Señor”.
Tú convertiste mi lamento en júbilo:
¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente! R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE GALACIA 1, 11-19

Quiero que sepan, hermanos, que la Buena Noticia que les prediqué no es cosa de los hombres, porque yo no la recibí ni aprendí de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo. Seguramente ustedes oyeron hablar de mi conducta anterior en el Judaísmo: cómo perseguía con furor a la Iglesia de Dios y la arrasaba, y cómo aventajaba en el Judaísmo a muchos compatriotas de mi edad, en mi exceso de celo por las tradiciones paternas. Pero cuando Dios, que me eligió desde el vientre de mi madre y me llamó por medio de su gracia, se complació en revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos, de inmediato, sin consultar a ningún hombre y sin subir a Jerusalén para ver a los que eran Apóstoles antes que yo, me fui a Arabia y después regresé a Damasco. Tres años más tarde, fui desde allí a Jerusalén para visitar a Pedro, y estuve con él quince días. No vi a ningún otro Apóstol, sino solamente a Santiago, el hermano del Señor.


Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo
(Lc 7,16).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 7, 11-17

Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: “No llores”. Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: “Joven, Yo te lo ordeno, levántate”. El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo”. El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.


Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

A FAVOR DE LA VIDA.

LAS LECTURAS DE HOY
SON UN CANTO A LA VIDA.

Dios quiere la vida, por eso devuelve la respiración al hijo de la señora que había hospedado en su casa al profeta Elías. Jesucristo se enfrenta a la muerte y la vence. El hijo de la viuda de Naín vuelve a la vida. Es un reto, el de vencer a la muerte, al que Cristo no se ha resistido nunca. No en vano, Él dijo que había venido para que los hombres tuvieran vida y la tuvieran abundantemente. Esta vida que Cristo traía y quería no es solo una vida del más allá, sino también una vida de acá, una vida en el mundo pensado y creado para todos los hombres y en donde todos los hombres tienen derecho a encontrar su hogar. Trabajar en favor de la vida es un reto de nuestro mundo a todos los hombres de buena voluntad. Es un reto, por eso, para todos los cristianos.

DEBEMOS PREGUNTARNOS
SI ESTAMOS COMPROMETIDOS
EN LA DEFENSA DE LA VIDA
EN LA TEORÍA Y EN LA PRÁCTICA.

Quizá pudiéramos responder a ese examen con alguna certeza, viendo con sinceridad cuál es el valor fundamental de nuestra vida. Si este valor es el bienestar, estamos perdidos. No responderemos positivamente al reto; si no lo es, estamos salvados. Si hemos sido capaces de poner el amor al prójimo donde los hombres ponen el bienestar, estamos de enhorabuena, porque seremos capaces de reconocer de hecho y de derecho que el hombre debe vivir, desde que se anuncia en el seno de su madre hasta que ya no es sino un ser indefenso absolutamente necesitado de todo y todos en la vejez. Jesucristo venció a la muerte porque no dudó en morir para que los hombres vivieran, es decir, venció a la muerte porque amó a los hombres por encima de su propio bienestar y de su propio y personal interés. En el evangelio hay dos realidades, las dos grandes realidades del hombre, la muerte y la vida. Hoy a nuestro alrededor están presentes estas dos realidades, y en medio de ellas cada uno de nosotros con dos posibilidades: vencer la muerte o acabar con la vida. Los cristianos sólo podemos estar del lado de la vida.

DIOS LIBERA Y SALVA,
ESTA ES LA GRAN NOTICIA
QUE TENEMOS QUE DIVULGAR.

Los primeros versículos del evangelio de hoy giran en torno a la madre viuda. La muerte de su hijo es, en realidad, su propia muerte: ella será, a lo sumo, sujeto de compasión y de limosna, pero desde ahora carece de identidad; sin su hijo varón no es nadie. Por eso, la atención del autor no se centra en el milagro físico, sino en la viuda. Cuando recalca al final “y se lo entregó a su madre”, Lucas no quiere indicar simplemente un delicado gesto humanitario de Jesús; su intencionalidad es más profunda: Jesús restituye y hace posible la identidad personal que los ordenamientos humanos imposibilitan y a veces niegan. Este es el Reino de Dios, el nuevo ordenamiento humano que Jesús trae de parte de Dios. La parte final del evangelio muestra el modo en que los presentes así lo captan y lo manifiestan. Está teniendo lugar una visita importante: Dios, por medio de su Profeta, que es el Hijo de Dios, “ha venido a liberar a su pueblo”. En razón del visitante la visita resulta sobrecogedora. No se trata del miedo psicológico, sino de ese contener sobrecogido la respiración al caer en la cuenta de la categoría del visitante. Es uno de los aspectos característicos de la experiencia religiosa bíblica. Dios libera y salva, esta es la gran noticia que tenemos que experimentar y difundir nosotros por todo el mundo. Por eso cantamos con el Salmo 29: “Te ensalzaré, Señor, porque me has librado”.

Padre José Mª Martín, OSA
España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

sábado, 1 de junio de 2013

¡¡FELICIDADES, DULCE Y TIERNA NINITA MÍA!!

¡¡FELICIDADES AMOR MÍO!!





 

Para mi Dulce y Tierna
esposa Ninita

 
En un día como hoy, hace tres hermosos años, comenzamos nuestro romance, el 1º de Junio de 2010, te pedí pololeo, y tú, dulzura de mi corazón me aceptaste, me hiciste el hombre más feliz de esta tierra, hoy recordamos esta fecha, como la que marcó el inicio de este hermoso caminar juntos, muy juntos, de a poco nos fuimos dando cuenta que solos no podemos, que siempre necesitamos estar el uno
junto al otro.

Nunca cesaré de dar gracias a mí Señor Jesús, por haberme hecho el más bello de los regalos, con esto me ha anticipado los goces del cielo en esta tierra.

El hecho de habernos encontrado es un milagro, y Tú y Yo lo sabemos.

Eres hermosa, dulce, tierna y cariñosa, pero sobre todo te admiro, porque eres super inteligente, siempre me das los consejos oportunos y me ayudas con todo lo que debo enfrentar.

Te amo con toda mi alma y corazón y me siento orgulloso de ti, me siento orgulloso de que seas mi esposa.

¡¡Te amo, Ninita de Rajs!!
¡¡Te amo hasta la eternidad!!


tuyo por siempre,
tu Zbyszek.


Santiago de Chile,
1º de Junio de 2013.

viernes, 31 de mayo de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

IXº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA.
 
SOLEMNIDAD
DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO.





 

"SIEMPRE HAY TIEMPO
PARA SER BUEN PAN”.




DOMINGO 02 DE JUNIO DE 2013

 
PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
GÉNESIS 14, 18-20

En aquellos días: Melquisedec, rey de Salém, que era sacerdote de Dios, el Altísimo, hizo traer pan y vino, y bendijo a Abrám, diciendo: “¡Bendito sea Abrám de parte de Dios, el Altísimo, creador del cielo y de la tierra! ¡Bendito sea Dios, el Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!” Y Abrám le dio el diezmo de todo.


Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
110 (109), 1-4

R.:
TÚ ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE,
A LA MANERA DE MELQUISEDEC

Dijo el Señor a mí Señor:
Siéntate a mi derecha,
mientras Yo pongo a tus enemigos
como estrado de tus pies” R.:

El Señor extenderá el poder de tu cetro:
“¡Domina desde Sión,
en medio de tus enemigos!” R.:

Tú eres príncipe desde tu nacimiento,
con esplendor de santidad;
Yo mismo te engendré como rocío,
desde el seno de la aurora” R.:

El Señor lo ha jurado y no se retractará:
Tú eres sacerdote para siempre,
a la manera de Melquisedec R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA PRIMERA CARTA
DEL APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE CORINTO 11, 23-26

Hermanos:

Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía”. Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que Él vuelva.


Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente”, dice el Señor
(Jn 6, 51-52).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 9, 11-17

Jesús habló a la multitud acerca del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser sanados. Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: “Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto”. Él les respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Pero ellos dijeron: “No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente”. Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: “Háganlos sentar en grupos de alrededor de cincuenta personas”. Y ellos hicieron sentar a todos. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirvieran a la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas.


Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

FIESTA DEL AMOR A DIOS Y AL HERMANO.

CELEBRAMOS LA FIESTA DE LA CARIDAD.

San Agustín dice que la Eucaristía es “sacramento de amor, símbolo de unidad, vínculo de caridad”. Ante la Eucaristía el seguidor de Jesucristo, por medio de la fe, puede expresar algo de la profundidad e intensidad del amor de Cristo, puesto que ese amor es responsable de la Encarnación, de la Cruz, de la Iglesia, de los Sacramentos. Para San Agustín la Eucaristía es también signo de unidad: “Nuestro Señor ha puesto su cuerpo y sangre en estas cosas -el pan y el vino- que, de múltiples que son en sí se reducen a una sola, porque el pan, de muchos granos, se hace una sola cosa; el vino se forma de muchos granos, que hacen un solo licor”. Cristo es la cabeza del Cuerpo Místico que formamos con Él todos los bautizados. Si recibimos a Cristo en la Eucaristía, recibimos también a todos nuestros hermanos. Comulgamos con todos ellos: santos o no, amigos o enemigos. La Eucaristía es, por tanto, vínculo de amor: sin la comunión no habría amor a los demás. Cada comunión debe hacernos crecer en el amor a los otros. El otro debe ser nuestra hostia diaria. La Eucaristía debe crear en nosotros la decisión consciente de ir hacia los otros y entregarnos a ellos. Por ello, el santo obispo de Hipona nos recuerda que la Eucaristía es vínculo de caridad. Cáritas celebra en la festividad del Corpus Christi “el Día de Caridad”, una jornada en la que, bajo el lema “Juntos escribimos la historia. Vive con sencillez y otro modelo de convivencia nos hará felices”, invita a la comunidad cristiana y a toda la sociedad a construir comunidad desde la compasión y la comunión, a tejer redes de fraternidad con las demás personas para ser verdaderos agentes transformadores de nuestra sociedad.

EL GRAN MILAGRO ES “COMPARTIR”
LOS DONES QUE DIOS NOS HA DADO:

El milagro de la multiplicación de los panes está en los cuatro evangelistas. El número de cinco panes y dos peces (5 + 2 = 7) significa la plenitud del don de Dios. Y las “doce canastas” de sobras están significando la superabundancia de los dones de Dios. El número 5.000 representa simbólicamente una gran muchedumbre. Los apóstoles, acomodando a las gentes, repartiendo el pan y recogiendo las sobras, hacen referencia a la Iglesia, dispensadora del pan de los pobres y del pan de la Palabra y la Eucaristía. Jesús une la palabra y el pan. La Iglesia, si quiere ser fiel a Cristo, ha de unir a la palabra el pan de la caridad. Si mi prójimo dice: “tengo hambre”, es un hecho físico para el hermano y moral para mí. Basta que pongamos nuestros cinco panes y dos peces. Y estos cinco panes y dos peces pueden ser quizá mis muchas o pocas virtudes, mis logros, triunfos pero también mis caídas y fracasos. En definitiva, basta que nos abramos completamente a Jesús y le demos todo lo que tengamos, sea poco o mucho, de esto Él se encarga.

LOS PASTORES DE LA IGLESIA
HAN DE DAR ESE PAN
Y AYUDARNOS A COMPARTIRLO.

Deben ayudar a que llegue a todos, el pan material que acaba con el hambre del cuerpo, y el pan de la palabra y la Eucaristía, que sacia el hambre más existencial del hombre. La lacra del hambre es consecuencia de nuestro pecado, pues Dios ha puesto los bienes del mundo al servicio de todos, no de unos pocos. Nosotros podemos saciar el hambre, Jesús nos lo pide: “Dadles vosotros de comer”. En este milagro de la multiplicación de los panes se ven como diseñadas las tareas pastorales de la Iglesia: predicar la palabra, repartir el pan eucarístico y servir el pan a los pobres.

EL RELATO EVANGÉLICO
TIENE UN SIGNIFICADO
PROFUNDAMENTE EUCARÍSTICO.

Después de alimentarse del “pan de la Palabra”, la multitud se alimenta del “pan de la Eucaristía”. El hambre de verdad y plenitud sólo puede saciarla Dios. La Eucaristía más que una obligación es una necesidad. Aquí venimos a saciar nuestra hambre, a celebrar nuestra fe, a saciarnos de los favores de Dios. Seríamos necios si no aprovecháramos este alimento que nos regala. Vivamos con intensidad cada gesto, cada palabra de la Eucaristía con actitudes sinceras de agradecimiento, alabanza, perdón, petición de ayuda y ofrecimiento de nuestra vida. ¿Hay algo más maravilloso en nuestro mundo? Y no nos reservemos para nosotros la gracia recibida. Son doce los cestos sobrantes, somos nosotros ahora los discípulos de Jesús, invitemos a todos a saborear y a vivir el gran don de la presencia de Dios entre nosotros.

Padre José Mª Martín, OSA
España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.


jueves, 23 de mayo de 2013

FLAVINHO EN CHILE




La Renovación Carismática Católica en El Espíritu Santo de la Arquidiócesis de Santiago, tiene el agrado de invitar a todos los hermanos, amigos y simpatizantes a diversas actividades con el predicador y músico católico brasileño, Flavinho.

PRÉDICAS, MÚSICA, ALABANZAS.

  • SÁBADO 25 DE MAYO.
Parroquia de Los Santos Ángeles Custodios,
Providencia/Seminario (Metro Baquedano),
desde las 10:00 horas.
TEMA:
VENCIENDO MIS MIEDOS”
Desde mi angustia clamé a Yahvé y Él me respondió
(Jon 2, 3).

  • DOMINGO 26 DE MAYO.

Parroquia Capuchinos (Santiago Centro),
Catedral/R. Cumming (Metro Cumming),
Desde las 15:00 horas,
concluye con Misa de Efusión del Espíritu Santo.
TEMA:
Y QUEDARON TODOS LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO
Y SE PUSIERON A HABLAR EN OTRAS LENGUAS”
(Hech 2, 4).

Actividades gratuitas y abiertas para toda la Iglesia.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.