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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

jueves, 11 de julio de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

XVº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA.


¡NO NOS ENREDEMOS EN PREGUNTAS!”.

DOMINGO 14 DE JULIO DE 2013

 
PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
DEUTERONOMIO 30, 9-14

Moisés habló al pueblo, diciendo: El Señor, tu Dios, te dará abundante prosperidad en todas tus empresas, en el fruto de tus entrañas, en las crías de tu ganado y en los productos de tu suelo. Porque el Señor volverá a complacerse en tu prosperidad, como antes se había complacido en la prosperidad de tus padres. Todo esto te sucederá porque habrás escuchado la voz del Señor, tu Dios, y observado sus mandamientos y sus leyes, que están escritas en este libro de la Ley, después de haberte convertido al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma. Este mandamiento que hoy te prescribo no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que digas: “¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo traerá hasta aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?” Ni tampoco está más allá del mar, para que digas: “¿Quién cruzará por nosotros a la otra orilla y lo traerá hasta aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?” No, la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la practiques.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
69 (68), 14. 17. 30-31. 36-37

R.:
BUSQUEN AL SEÑOR,
Y VIVIRÁN.

Mi oración sube hasta ti, Señor,
en el momento favorable:
respóndeme, Dios mío, por tu gran amor,
sálvame, por tu fidelidad R.:

Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor, p
or tu gran compasión vuélvete a mí;
Yo soy un pobre desdichado, Dios mío,
que tu ayuda me proteja:
así alabaré con cantos el nombre de Dios,
y proclamaré su grandeza dando gracias R.:

Porque el Señor salvará a Sión
y volverá a edificar las ciudades de Judá:
el linaje de sus servidores la tendrá como herencia,
y los que aman su Nombre morarán en ella R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE COLOSAS 1, 15-20

Cristo Jesús es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de Él y para Él. Él existe antes que todas las cosas y todo subsiste en Él. Él es también la Cabeza del Cuerpo, es decir, de la Iglesia. Él es el Principio, el Primero que resucitó de entre los muertos, a fin de que Él tuviera la primacía en todo, porque Dios quiso que en Él residiera toda la Plenitud. Por Él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida; Tú tienes palabras de Vida eterna
(Jn 6, 64b. 69b).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 10, 25-37

Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?” Jesús le preguntó a su vez: “¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?” Él le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo”. “Has respondido exactamente, –le dijo Jesús–; obra así y alcanzarás la vida”. Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: “Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: “Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver”. ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?” “El que tuvo compasión de él”, le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: “Ve, y procede tú de la misma manera”.

Palabra de Dios:
¡Gloria y Honor a Ti, Señor, Jesús.

¿QUIEN ES MI PRÓJIMO?

AMOR,
CON AMOR SE PAGA.

El texto del Deuteronomio nos dice que la Ley de la Alianza es realmente fácil y está cercana, cuando se la asume como algo propio. Sin ese grado de apropiación es carga insoportable. Cuando es expresión de la urgencia de responder con amor al Dios salvador, la ley viene impulsada desde dentro. Es como la voz de Dios que habla en el interior de la persona. Entonces no hay distancia entre el hombre y la ley; ni es la mera fuerza humana la que se despliega en la tarea de cumplirla, sino la fuerza de Dios que anima al hombre. Las expresiones “en tu corazón”, “en tu boca” aluden a ese estar de la ley dentro del hombre. Es Dios mismo el que está en la vida de la persona, el que pronuncia la palabra que toma cuerpo en la ley, y el que da también la fuerza para poder responder con facilidad a esa palabra. Amor con amor se paga.

LO HA DADO TODO
POR NOSOTROS.

La carta a los Colosenses explica que tanto en la creación, como en la nueva creación (después de la resurrección), Jesucristo es el principio de la vida, pero en la nueva creación también es el hombre exaltado, ¡es uno de los nuestros! La plenitud no hay que buscarla en nadie más que no sea Jesucristo. En Él, Dios ha reconciliado todo el universo: Dios no es un rival ni un enemigo de la humanidad, sino que es Aquel que lo da todo: da la vida en Jesucristo por la humanidad entera, por todo el universo; y hace la paz… Creer en un Dios así acaba con todas las imágenes que hablan de un Dios que se desentiende de los hombres, o peor aún, que nos quiere hacer la pascua. La imagen de este Dios, todo El amor, es Jesucristo, y Él ha derramado la sangre en la cruz, ha dado del todo su vida: así es este Dios invisible…

TUVO COMPASIÓN.

El texto de la parábola del evangelio se abre con un diálogo entre un doctor de la ley y Jesús: “Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” Sólo en el texto de Lucas la pregunta no se hace sobre cuál sea el mandamiento más grande, sino cómo heredar la vida eterna, una pregunta que los sinópticos ponen en boca de un joven rico. Aquí el doctor no está contento con la respuesta de Jesús y, “queriendo justificarse” por haber hecho la pregunta, quiere asegurarse de quién es el prójimo para poder amarle. Después de la parábola, el doctor de la ley definirá al prójimo como aquel “que ha tenido compasión”. “Ve y haz tú lo mismo”, esta frase de Jesús nos recuerda las palabras pronunciadas en la Ultima Cena, cuando, después de lavar los pies, Jesús invita a los discípulos a obrar según su ejemplo. En esta Ultima Cena Jesús deja a los suyos el mandamiento del amor, entendido como la disponibilidad a “dar la vida” para amarnos mutuamente como el Señor nos ha amado. Este mandamiento va más allá de la observancia de la ley. El sacerdote y el levita han observado la ley, no acercándose al pobre herido y dejado medio muerto, para no volverse impuros. Jesús va más allá de la ley y quiere que sus discípulos obren como Él: “Por esto sabrán que sois mis discípulos, si os amáis los unos a los otros”. Para el discípulo de Jesús, la mera filantropía no es suficiente, el cristiano está llamado a algo más que le hace semejante a su maestro.

EL BUEN SAMARITANO
IDENTIFICADO COMO JESUCRISTO.

San Agustín, teniendo en cuenta todo el simbolismo de Jerusalén, la ciudad santa de la salvación, interpreta de modo particular esta parábola. En el hombre que desciende de Jerusalén a Jericó ve la figura de Adán que representa a toda la humanidad expulsada del Edén, el paraíso, la Jerusalén Celestial, por causa del pecado. En los ladrones ve al tentador que se despoja de la amistad con Dios y hiere con sus asechanzas y tiene en la esclavitud a la humanidad herida por el pecado. En la figura del sacerdote y del levita ve la insuficiencia de la ley antigua para nuestra salvación que será llevada a cumplimiento por el buen samaritano, que es Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, que saliendo también Él de la Jerusalén celeste viene al encuentro de nuestra condición de pecadores y nos cura con el aceite de la gracia y el vino del Espíritu. En la posada el obispo de Hipona ve la imagen de la Iglesia y en la figura del posadero a los pastores en manos de los cuales Jesús confía el cuidado de su pueblo. La partida del samaritano de la posada la interpreta como la resurrección y ascensión de Jesús a la derecha del Padre, pero que promete volver para dar a cada uno su merecido. A la Iglesia deja para nuestra salvación los dos denarios de la Sagrada Escritura y de los Sacramentos que nos ayudan en el camino hacia la santidad. ¿Quién es mi prójimo?, es la pregunta que todos debemos hacernos hoy.


Padre José Mª Martín, OSA
España.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.