Existe en este momento una proliferación de diversas sectas que
intentan presentarse como religiones, sectas iniciáticas que pretenden
confundir sobre todo a las personas con poca formación más que nada entre los
cristianos, cosa que lamentablemente se da con gran frecuencia, por eso creemos
conveniente realizar este tipo de
publicaciones, en tanto más se escriba de esto, mejor, mayor cantidad de
personas podrán documentarse al respecto.
Hay muchísimas sectas de estilo iniciático, pero las que más han
proliferado en los últimos años, son los Testigos de Jehová, los Mormones y el
New Age o Nueva Era como se le llama en español, justamente pretendemos
referirnos en esta oportunidad a esta última, toda vez que algo ya hemos publicado
acerca de la primera de ellas.
Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.
EL NEW AGE.
El New Age es un movimiento pseudo-espiritual de corte esotérico y
ocultista, pagano, que incluye teorías erróneas y
herejías que contradicen verdades fundamentales de la fe cristiana, y que busca llevar al hombre a creer que puede llegar a ser como
Dios.
Su finalidad, encubierta bajo
un pretendido respeto a todas las creencias, es la destrucción de la fe
cristiana, con lo que intenta acabar con la Iglesia Católica
y con toda denominación cristiana.
El “New Age” se ha traducido al español como “Nueva Era”, pero en
realidad la traducción de “New Age” sería “Nueva Edad”. Los seguidores de esta
corriente también la llaman “Era de Acuario”.
El New Age tiene sus raíces en la “Sociedad Teosófica” fundada en
1875 en Nueva York por una rusa, Helena Blavatsky, básicamente espiritista,
quien decía haber recibido sus enseñanzas de unos “seres espirituales
especiales” o “maestros ascendidos”.
Para saber qué es la “Sociedad Teosófica”, necesitamos conocer qué
es la Teosofía.
La Teosofía es la creencia o pretensión de tener
conocimiento místico directo de la “divinidad”, sobre ésta y el mundo, mediante
doctrinas y prácticas secretas, esotéricas, ocultistas.
Esta “Sociedad Teosófica” es una mezcla de ocultismo y misticismo
oriental (básicamente lo que es hoy el New Age). La sucede como presidenta de
esta sociedad Annie Besant, quien trató en 1929 de presentar un nuevo “mesías”
al mundo: un hindú que rechazó el status que le asignó y se separó del
movimiento.
Pero es Alice Bailey (1880-1949), tercera presidenta, inglesa
radicada también en EE.UU. quien es considerada la “suma sacerdotisa” de la
“Sociedad Teosófica”. Ella funda el “Trust de Lucifer” (hoy “Lucis Trust”) y,
como médium espiritista, decía recibir mensajes de un cierto “maestro de
sabiduría” muerto, un tibetano. (No es mera casualidad que sea oriental, como
veremos más adelante.)
En numerosos escritos de esta “Sociedad Teosófica” aparecen los
mensajes del espíritu demoníaco que le dictaba en “escritura automática”,
es decir, en estado de trance, durante el cual escribe la mano del médium
automáticamente, sin que éste tenga control alguno de lo que se escribe.
Estos escritos forman una especie de “Plan” al cual se le dio
carácter secreto entre los seguidores. Este “plan”, que es el “Plan del New
Age”, incluye un gobierno mundial y una sola religión mundial. El Plan del New
Age debía permanecer oculto hasta 1975, año en que sería sacado a la luz
pública.
¿De dónde surge la “Sociedad Teosófica” que funda la rusa Blavatsky
en 1875?
“La Teosofía
comenzó con los masones y en medio de ellos”, dice una publicación del CELAM
(Conferencia Episcopal Latinoamericana) titulada “Sectas en América Latina”, en
el capítulo titulado “Movimientos Pseudo-espirituales”, escrito por el
Franciscano Fray Buenaventura Kloppenburg.
¿Qué fines persigue la
Masonería? ¿En qué consiste la conspiración masónica?
La Masonería, que es una sociedad secreta de
corte esotérico y ocultista condenada por la Iglesia, aunque simula lo contrario, persigue
la destrucción de la civilización cristiana, comenzando primero con la Iglesia Católica
y continuando con otras creencias cristianas; así como también de toda
norma, principio o institución basados en el cristianismo, para sustituirlos
por una civilización pagana y una pseudo-religión también pagana. Esto es
importante conocerlo para poder continuar analizando el proceso histórico de
conformación del New Age, a partir de la “Sociedad Teosófica”.
Helena Blavatsky se transforma en médium espiritista un poco antes
de fundar la “Sociedad Teosófica”. Es durante una estancia en París (1867-1870)
que entra al grupo de Allan Kardek, masón y codificador del Espiritismo.
A su regreso a EE.UU. funda la “Sociedad Teosófica” en Nueva York
el 20 de noviembre de 1875 junto con otros masones: Charles Sotheran (uno de
los jefes de la Masonería
en EE.UU.), Henry Steele Olcott (masón), George Felt (de la Hermandad Hermética
de Luxor, también masónica) y William Judge.
En 1871, Albert Pike, gran maestro de una de las ramas de la Masonería, el Rito
Escocés, escribe un libro básico de la filosofía masónica: “Morales y Dogmas de
la Masonería”.
Pike, aunque no pertenece formalmente a la directiva de la “Sociedad Teosófica”,
está en contacto con ésta.
Otra evidencia de la conexión de la Masonería y el New Age
es este dato curiosísimo: el boletín que los masones distribuyen por todo el
mundo a los “hermanos masones” se llama ¡¡¡“New Age”!!! Hay constancia de que
así se llama, al menos desde 1921, pero este nombre podría haberse usado con
anterioridad a esta fecha.
Aparte de las evidencias históricas del origen y la relación de la Nueva Era con la Masonería, hay otra
determinante: el Plan del New Age coincide con los fines de la Masonería: una religión
mundial y un gobierno mundial. Es decir: las metas del New Age y las de la Masonería son las
mismas.
Quizá por esto el Papa León XIII en 1884 en su Encíclica “Humanum
Genus” dice lo siguiente: “Varias son las sectas que, aunque diferentes en
nombres, ritos, forma y origen, al estar, sin embargo, asociadas entre sí por
la unidad de intenciones y la identidad en sus principios fundamentales,
concuerdan de hecho con la
Masonería, que viene a ser como el punto de partida y el centro
de referencia de todas ellas”.
¿Cuál es la relación de la "Sociedad Teosófica" con el
Misticismo Oriental?
El espíritu diabólico que dicta a
Alice Bailey el Plan New Age es tibetano. Pero la relación de la “Sociedad
Teosófica” con el Oriente es anterior: en 1879 la Blavatsky y Olcott
viajan a la India,
se instalan en Adyar, cerca de Madras, y 6 años después ella escribe su obra
“Doctrina Secreta” en la que comienza a configurarse el “Plan del New Age”.
Después de este breve análisis histórico podemos concluir lo
siguiente: la Masonería
da origen a la
Sociedad Teosófica por medio del Espiritismo y en contacto
con el Paganismo Oriental.
Estos son los cuatro pilares básicos del New Age:
Masonería - Espiritismo - Teosofía o Gnosticismo - Paganismo
Oriental.
Al tener en cuenta esta base de sustentación del New Age podremos
descifrarlo y analizarlo mejor.
El New Age se origina, entonces, en la Masonería, por medio de
instrucciones y dictados dados por espíritus demoníacos.
El proceso de penetración de la Nueva Era.
Ya en 1986 un reportaje del New York Times dice que todo ha sido
influido por el New Age: la educación, la salud, el arte, la economía, la
gerencia, el gobierno, la ciencia, el entretenimiento y... la religión.
En el área religiosa hay gente muy comprometida, muy cristiana,
católica practicante... ¡hasta sacerdotes y religiosas! que inocentemente han
ido “anexando” (así comienza la participación: agregando) a sus creencias y
prácticas de siempre, teorías y prácticas del New Age... y ya sabemos de dónde
vienen estas “nuevas” creencias y prácticas.
Por ejemplo, una muy difundida y anexada por muchos cristianos es
la creencia en la reencarnación, que analizaremos más adelante.
Los propulsores del New Age no van directamente contra las
creencias cristianas; “aparentemente” las aceptan. Se muestran muy abiertos, al
principio. Proponen estos errores heréticos como
algo compatible con el Cristianismo. Todas las
religiones son aceptadas. ¡Claro! Si la Teosofía se basa en la igualdad de las religiones
-para así acabar con todas, en particular la católica- para luego tratar de
establecer la religión única.
Los que están promoviendo el New Age usan terminología de la Biblia, del cristianismo y
hasta mencionan actividades de la Iglesia Católica, para confundir, engañar y
atraer a los católicos.
¿Cómo ha sido el proceso de penetración del New Age?
Al pasar la humanidad de una concepción teocéntrica del mundo, en
la cual Dios era el centro, a una concepción antropocéntrica, en la que el
hombre se convierte en el centro, se fueron introduciendo cambios en los
conceptos de la fe, en las normas morales, en las actitudes y valores, en las
formas de vida y costumbres de las personas. Aunque estos cambios se han venido
sucediendo paulatinamente desde el Renacimiento, no hay duda de que es en el
siglo pasado (s. xx), cuando se
van dando las condiciones que hacen posible la penetración franca y más
generalizada de los errores del New Age.
Para ver cómo ha sido el cambio en la sociedad y en los individuos
que la integran desde fines del siglo XIX, puede verse en la Encíclica “Humanum
Genus” del Papa León XIII y un extracto de otra Encíclica suya, “Praeclara
Gratulationis”. Además, ha habido un cambio de mentalidad que se ha producido
en forma intensa y acelerada durante la segunda mitad de ese siglo, y que lo
resume de la siguiente manera Mássimo Introvigne, Director del Centro de
Estudios de Nuevas Religiones de Roma:
1a. Etapa: Iglesia NO,
Cristo SI: Etapa de penetración de las sectas de origen cristiano y en nuestros
países, etapa de descrédito de la
Iglesia y de los sacerdotes: “Yo creo en Cristo, pero no en
los curas”, fue un comentario que comenzó a difundirse y a oírse entonces,
convirtiéndose casi en “un slogan”.
2a. Etapa: Cristo NO, Dios
Sí: Etapa de invasión de la religiosidad oriental y de los Gurúes orientales
hacia el occidente cristiano.
3a. Etapa: Dios NO.
Religión SI: Etapa en que asuntos seculares se convierten en cuasi-religiosos.
En política, el Marxismo; en la ciencia, el Freudismo y el comienzo de los
movimientos del “desarrollo del potencial ilimitado del ser humano”.
4a. Etapa: Religión NO,
Sacralidad SI: Etapa de promoción de creencias y prácticas del ocultismo que se
promueven como sagradas: es ya la
Etapa de la
Nueva Era.
Este ha sido un proceso de penetración inadvertido y solapado,
lento y paulatino, pero efectivo y certero. Han sido fases de alejamiento de la
verdad que se han ido sucediendo una tras otra en todo el mundo.
Penetración literaria.
En 1976 sale el bestseller “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach,
publicación que es dictada por un espíritu. Este fue el lanzamiento de la
literatura canalizada por espíritus. Este relato aparentemente inocuo e
idealista traía la semilla del New Age. Se vendieron en poco tiempo 25 millones
de ejemplares.
Posteriormente sale “Las Enseñanzas del Don Juan” de Carlos
Castañeda, el mayor exponente de la hechicería.
Hoy en día la literatura New Age es excesiva; para 1991, sólo en
EE.UU., habían 2,500 librerías especializadas, sin contar las secciones New Age
en todas las librerías, con 25,000 títulos en circulación y creciendo
vertiginosamente, convirtiéndose este renglón en fuente de “grandes lucros”,
según reseña el diario “Jornal do Brasil” en Enero de 1995.
Penetración audiovisual.
Son evidentes en películas, videos, juegos de video, música y
también en libros y revistas las siguientes influencias: gusto por el terror,
por lo imaginario y fantasioso, por lo cósmico-mágico, lo feo y monstruoso,
experiencias extra-sensoriales, poderes parasicológicos como la telepatía,
comunicación con espíritus a través de juegos como la Ouija; viajes al más allá,
talismanes, brujería, hechicería, etc. ... y hasta lo expresamente satánico.
Las películas satánicas abundan y se transmiten frecuentemente por la televisión.
Penetración por símbolos.
La simbología satánica puede verse abundantemente en periódicos,
revistas, artes, publicidad, TV, cine, ropa, etc.
Penetración en la música.
La llamada “Música New Age”, con la repetición de sonidos en
secuencias alternadas está realizada para crear atmósferas que lleven al oyente
a un estado de relajación que favorezca la alteración de los estados de
conciencia.
En la música rock las letras con alabanzas, antes escondidas y
ahora expresas al mismo Satanás son cada vez más frecuentes.
Drogas.
En el New Age las drogas son usadas, más que todo, como un medio
para lograr, a través de la alteración de los estados de conciencia y de la
manipulación del sistema nervioso, supuestas experiencias divinizantes.
Descrédito progresivo de la moral y la ley de Dios.
Esta es una forma de penetración evidente en todos los sectores de
la sociedad, a través de los medios de comunicación, tanto en programas de
ficción (novelas, películas) como en las de no-ficción (programas de opinión,
científicos, etc.)
Por esto SS. El Beato Papa Juan Pablo II en su Encíclica “Veritatis
Splendor” Nº 35 escribe: “Estamos invadidos de una orientación ética que tiene
su centro en un pretendido conflicto entre la libertad y la Ley de Dios... Llegando a tal
grado de autonomía moral que es casi de una soberanía absoluta”.
La ideología de la
Nueva Era y las fachadas con que se presenta.
Aparente aceptación de todas las religiones: no va contra ninguna,
pero tampoco acepta ninguna que no sea de las paganas: Hinduismo, Budismo, Zen,
Taoísmo. Va introduciendo creencias paganas (por ejemplo, la reencarnación). De
esta forma, al ir los cristianos y especialmente los católicos, “anexando”
estas falsas doctrinas y creencias a nuestra fe, terminamos perdiendo la verdadera
Fe. Así, al quedar debilitada y destruida la Fe cristiana, se logra uno de los fines del New
Age: integrar todas las religiones en una sola.
Búsqueda de la salud: Un caso típico
es el de las curaciones por “energía universal”; también la “Meditación Trascendental”,
para lograr el equilibrio emocional y psíquico.
Búsqueda del Ecologismo: de la
protección ambiental: fin bueno -como es el de la
salud- pero que a veces se usa como fachada o disfraz para introducir teorías y
prácticas del New Age.
Uso de lenguaje y términos cristianos para engañar y confundir a los
cristianos y cristiano-católicos. Pueden declararse rosacruces, propulsores de la metafísica y
simultáneamente utilizar pasajes de la Biblia, terminología cristiana y hasta mencionar
actividades de la
Iglesia Católica.
Dar apariencia de científico a lo ocultista: Por ejemplo, la
Parasicología como ciencia para estudiar fenómenos ocultos.
Otro ejemplo: el espiritualismo hindú convertido en aparente ciencia como
técnica de relajación en la “Meditación Trascendental”.
Uso de disfraces para los demonios, espíritus malignos y almas
condenadas que actúan en el Espiritismo o “canalización”: se les llama
“ángeles” o se hace creer que son “extraterrestres”. (Hay testimonios de
personas que han escapado del New Age y a quienes se les había dicho que
vendrían unos “extraterrestres” para tomar posesión de ellos). También se llama
a estos espíritus malignos “maestros ascendidos”, “seres espirituales
especiales”, como llamó la
Bailey a quien le dio el dictado por “escritura automática”.
También los denominan “espíritus de la naturaleza”. Hay uno, incluso, que
llaman “espíritu de la navidad”, muy promovido, publicitado e invocado, al cual
se le piden regalos deseados para esa época.
Pilares que sustentan la Nueva Era.
La mejor forma de descifrar la Nueva Era es estudiando la ideología que la
sustenta. Así vemos que, ante la dificultad de descomponerlo, de definirlo
-pues reúne por suma o confusión viejas y nuevas herejías y filosofías- al revisar estas herejías presentes a lo largo de la historia de la Iglesia, podemos darnos
cuenta cómo está conformada la
Nueva Era. Es interesante
observar que todas están interconectadas entre sí y se apoyan unas a otras.
Espiritismo: Ya hemos visto
cómo la Nueva Era
proviene principalmente del espiritismo, es decir, de la comunicación con
espíritus malignos y de las instrucciones recibidas de éstos. No está
constituido por meros descubrimientos hechos por los hombres.
El New Age proviene del Espiritismo pero también lo incluye y lo
fomenta.
El Espiritismo, ahora llamado canalización y hasta espiritualismo, es la práctica de contactar espíritus malignos, o sea, ángeles
caídos y/o almas condenadas.
Se cree -erróneamente- que el Espiritismo es la práctica de
contactar espíritus buenos e inofensivos. Pero... ¿de dónde vienen estos
espíritus?
Las actividades espiritistas están expresamente prohibidas en la Biblia (Deut 18, 9-12). La Iglesia
Católica también las
prohíbe. Por eso podemos afirmar que la
información recibida mediante prácticas espiritistas -sean veraces o no- no
vienen del Espíritu de Dios, ni de sus Ángeles, ni de las almas de la Iglesia Triunfante
(las de las santos que están en el Cielo), ni siquiera de las almas de la Iglesia Purgante
(almas que se encuentran en estado de purificación en el Purgatorio que, aunque
no gozan aún de la
Visión Beatífica -de la Visión de Dios- son almas ya salvadas que forman
parte de la Comunión
de los Santos).
Se puede concluir, entonces, que el Espiritismo es la práctica de
contactar espíritus malignos: ángeles caídos (demonios) y almas condenadas.
Usan principios psicológicos y lenguaje espiritual para poder
engañar mejor: “Si toman del fruto del árbol de
la ciencia del bien y del mal serán como Dios”, fue el engaño de la
Serpiente a Adán y Eva. Y hoy Satanás sigue engañándonos con
el “árbol de la ciencia del bien y del mal”: sabrán como dios -serán como dios- conocerán como dios... sanarán como dios… harán milagros como
dios...
Panteísmo: Todo es Dios. El
hombre es parte de Dios. Dios y el mundo son -en última instancia- idénticos.
Dios es la energía del universo. Dios no es un ser con personalidad, no es un
Dios personal, no es un Dios Persona. Entre otras consecuencias de esta
creencia tenemos:
Si todo es dios, yo también soy dios -o puedo llegar a ser dios.
Shirley McLaine, exponente importantísima del New Age, aparece en
una filmación frente al mar cantando: “Yo soy dios, yo soy dios, yo soy dios”.
Los gurúes sostienen que ellos son dioses.
Dios incluye todo, tanto el Bien como el Mal. (Esta es una doctrina
pagana oriental fundamental).
Monismo: Todo es uno, todo es una
misma cosa. Se relaciona con el Panteísmo en que no existe una distinción final
entre Dios y el hombre, entre el Creador y la creación.
Sincretismo: Fusión de
diferentes formas de creencia y práctica. Igualación de todas las religiones.
Pretende que todas las religiones pueden ser una sola. Como consecuencias del
sincretismo tenemos, por ejemplo:
La Biblia es uno más entre muchos libros “sagrados”.
Jesús es un “profeta” más, igualado con Buda o Mahoma.
Gnosticismo o Teosofía: Herejía
del siglo I, que ha persistido y vuelve a presentarse fuertemente en nuestros
días formando parte de lo que hoy es el New Age.
Es un conjunto de enseñanzas y prácticas secretas, mediante las
cuales la persona pretende llegar al conocimiento (“gnosis”) de la esencia
misma de la divinidad, conocimiento que trata de lograrse mediante prácticas
“mágicas” y ocultas.
Rosacrucismo: Principios en
que se basan las Sociedades Rosacruces muy antiguas, (s. XVII), presentando
evidentes semejanzas o interrelación con la Masonería. También
panteísta: “Creemos en un ser supremo de quien todos somos parte”, comienza la
declaración de principios de los Rosacruces.
Relativismo moral: Negación de las
premisas sobre las cuales descansa la ley moral, llegándose al extremo de
afirmarse que Dios incluye tanto el bien como el mal. No hay diferencia entre
el bien y el mal, entre el vicio y la virtud. Todo depende de la opinión de
cada persona. Es bueno lo que a cada quien le plazca.
Si la persona acepta su propia bondad, todo lo que haga es bueno,
aunque sea malo. He aquí unos ejemplos prácticos de conocidos gurúes, y otros
exponentes del New Age, consecuencias del relativismo moral:
“El bien y el mal son uno y son lo mismo” (Swami Vivekananda).
“Mi ashram (comunidad de seguidores de un gurú) no hace distinción
entre lo demoníaco y lo divino... Enfatizar la moralidad es degradante, es
inhumano, es dañino” (Rajneesh).
Shirley McLaine dice en uno de sus libros (“Out on a Limb”) que
“consiguió el método para eventualmente eliminar los conceptos artificiales del
bien y del mal”.
Relativismo práctico y subjetivismo: El relativismo que es la negación de la realidad (todo es
apariencia o una impresión de la realidad), en el New Age se amplía uniéndose
al Subjetivismo. Así se propone: ¿cree Ud. su propia realidad? No hay una
verdad; cada quien tiene la suya. De allí el gran auge de lo fantasioso y de lo
imaginario.
Ejemplo: En el mismo libro “Out on a Limb” (“En una Extremidad”),
Shirley McLaine, exponente importantísima del New Age y una de sus sacerdotisas
más relevantes, escribe que dándose un baño caliente llegó a creer. “Poco a
poco me convertí en agua... sentí una conexión interior de mi respiración con
el pulso de la energía en mi derredor. De hecho, yo era el aire, el agua, la
oscuridad, las paredes, la espuma, las rocas mojadas sumergidas en el agua y
aún el sonido del río que corría afuera”.
La McLaine, que trató con su canto (“yo soy dios, yo soy dios, yo soy dios”)
de aplicar el Panteísmo (todo es dios... yo soy dios), en éste trata de aplicar
el Monismo (todo es uno, todo es la misma cosa), a través del subjetivismo.
Además, este tipo de prácticas tan insanas pueden llevar a
situaciones depresivas graves. Así es la táctica del Demonio: subirlo a uno,
darle una serie de poderes o hacerle creer a uno que los tiene, para después
hundirlo irremisiblemente en el abismo.
Esoterismo y Ocultismo: Conjunto
de prácticas escondidas o secretas mediante las cuales se pretende llegar a la
divinización de uno mismo.
Neo-Paganismo: Revalorización e
incorporación de numerosas doctrinas paganas, en las que principalmente se
considera a Dios como una Fuerza Superior inherente a la creación, formando
parte de ésta y no independiente de ella: no como el Creador, el Ser Supremo.
Esta Fuerza Divina incluye su aspecto masculino y femenino, siendo
la parte femenina la más poderosa e importante (Gaia o la Madre Tierra).
Idolatría: Como
consecuencia de la revitalización del Paganismo, han reaparecido deidades
viejas y surgido nuevas divinidades, a quienes se les rinde el culto que se debe sólo al Dios Uno y Trino: Padre, Hijo y
Espíritu Santo.
La Idolatría se ha estado introduciendo en Venezuela y también en otros países,
de diversas maneras; entre otras, por la vía de las curaciones por contacto a
través de la llamada “energía universal”.
En el Nivel 4 de estos cursos “se estudian junto al ‘maestro’ los
códigos secretos que se encuentran en unos gráficos traídos por él de Egipto...
uno representa a Nut, la figura de una elástica mujer... que habría venido con
una importante misión para aliviar el sufrimiento de la humanidad y ayudar a
establecer la armonía sobre la tierra” (cf Revista Pandora; Reportaje sobre el
Gurú vietnamita Dang, Desira Narada III y sus cursos).
Quietismo: La búsqueda de
una extrema pasividad espiritual que tiende a la destrucción del ser humano a
través de una supuesta absorción en la divinidad. Es la raíz del Budismo, cuyo
ideal es el estado del “nirvana”, en el cual ya el hombre no tiene deseo, ni
pasión, ni la “ilusión” del mundo exterior. El Quietismo se conecta con el
Relativismo al considerar el mundo exterior una ilusión o apariencia.
ReEncarnacionismo: El deseo de la
eterna felicidad que es un anhelo que Dios mismo ha puesto en sus criaturas
para que, buscándole, lleguemos a Él, se explica en el Paganismo Oriental
mediante la creencia de que el alma de cada ser humano regresa a la tierra y
comienza a vivir de nuevo en otro cuerpo. Y se cree, además, que este proceso llamado
“reencarnación” sucede no una vez, sino muchísimas veces: cuantas veces sean
necesarias hasta romper este ciclo reencarnatorio que es causado por el
“karma”, es decir, por el efecto que tienen los actos malos de la persona y por
los cuales inexorablemente hay que pagar, bien en la vida de esa misma persona
o en la vida de las sucesivas personas en las que supuestamente se reencarna
esa alma.
Según el Paganismo Oriental, este ciclo reencarnatorio llamado
“samsara” puede concluir cuando, aún permaneciendo en el mundo físico, se llega
al desprendimiento total de éste, creyéndose que así se logra la
auto-divinización.
Pero la creencia en este prolongado y desagradable supuesto ciclo
de sucesivas muertes y nacimientos, que en el Paganismo Oriental es considerado
algo negativo de lo que hay que salir, lo estamos adoptando ingenuamente los
hombres y mujeres de hoy como algo posible, bueno, conveniente... y hasta
agradable y esperanzador, y lo estamos “anexando” a las verdades que
constituyen nuestra fe cristiana.
Sin embargo, aparte de ser la llamada “reencarnación” algo
inconveniente y negativo, y aparte de estar expresamente negada en la Biblia (“Por cuanto el destino de
los hombres es morir una sola vez”, Heb 9,
27) contradice verdades básicas de nuestra fe cristiana y se
podría decir que termina negando toda esa fe.
Analicemos sólo dos de estas verdades:
Jesucristo Salvador y Redentor: Sólo Dios
puede salvar (Is 43, 3 y 12, 2). Sólo el Hijo de Dios hecho Hombre nos salva y redime (Lc 19, 12; Jn 10,19; Rom 5, 12-19). Pero en la teoría pagana de la “reencarnación” el hombre pretende
por sí mismo llegar a la propia divinización, “purificándose” mediante técnicas
y prácticas esotéricas. Es decir, el hombre que cree que va a reencarnar
pretende auto-redimirse, negándose así la única salvación posible: la que nos vino a traer Jesucristo, Salvador y Redentor de todos los
seres humanos y de cada ser humano en particular (Lc 1, 31; Mt 1, 21).
La Resurrección: “Así como Jesucristo ya resucitó, nosotros también resucitaremos
para vivir eternamente” (Jn 6, 40), no sin antes pasar por el Juicio (Jn 5, 25-27): “los que hicieron bien saldrán y resucitarán para la vida, pero
los que obraron mal resucitarán para la condenación” (Jn 5, 28-29).
Esa es nuestra esperanza; el saber que resucitaremos en cuerpo y
alma gloriosos como Jesucristo ya resucitó, para disfrutar del Cielo que nos ha
sido prometido, ese lugar inexplicable en términos humanos, pues “ni el ojo vio, ni el oído
escuchó, ni el corazón humano imaginó lo que Dios tiene preparado para los que
le aman” (1Cor 2, 9).
Aparte de ser esta esperanza de nuestra futura inmortalidad en
cuerpo y alma gloriosos resucitados por Jesucristo una verdad de nuestra fe
cristiana, ¿no es además una esperanza mucho más deseable que la vana ilusión
de morir para volver a “nacer” dentro de un cuerpo que no es el mío?
Religiosidad pagana oriental.
Hinduismo: Politeísta,
panteísta, monista, quietista, relativista. La única realidad en el universo es
la divinidad (Brahman); todo lo demás es ilusión (maya) y realmente no existe.
Se llega a la iluminación, a la auto-divinización, mediante el Yoga (al llegar
a la experiencia “samadhi”).
Según el filósofo hindú Vishal Mangalwadi, el Yoga tiene como
finalidad alterar la conciencia para obtener más elevados niveles de conciencia
a través de ciertas técnicas para manipular el sistema nervioso.
Todos los tipos de ejercicios yoga están diseñados para llegar,
mediante un vacío interior, a la conciencia de la propia divinización. (Todo es
dios... yo soy dios).
Sea el Jnana Yoga (del conocimiento), el Bhakti Yoga (del amor y la
devoción), el Karma Yoga (del trabajo y el esfuerzo), el Hatha Yoga (de
ejercicios), el Japa Yoga (de repetición de palabras -mantras- que llaman a
divinidades hindúes o inclusive a espíritus malignos (cf Jhonette Benkovic en
“New Age Counterfeit”), sea el Kundalini o Laya Yoga (el utilizado en los
cursos de curaciones por “energía universal” y en los de comunicación con
“ángeles”, sea el Tantra Yoga (de magia sexual), etc... todos los tipos de yoga
buscan llevar a los que los ejercitan a un concepto y una práctica pagana, cual
es la búsqueda del vacío interior para llegar a la conciencia de la propia
divinidad, es decir, a la auto-divinización: hacerse uno dios.
Error común es pretender equiparar estas prácticas a la Mística Cristiana,
ya que el vacío interior que se busca en el Paganismo Oriental es muy distinto
al abandono que en la oración contemplativa de la Mística Cristiana
hace la persona cuando se abre a Dios y se entrega a Él, Quien habita en su
interior, ya que el hombre es “templo vivo del Espíritu Santo” (1Cor 3, 16).
Budismo: Es una nueva forma de
religiosidad pagana oriental proveniente del Hinduismo, pues según la leyenda,
Buda, antes de llegar a la iluminación, fue un errante monje hindú.
Propia del Budismo es la teoría reencarnacionista de que la
existencia es un continuo ciclo de muerte y reencarnación y que mientras la
persona se mantiene en ese ciclo, no puede librarse del sufrimiento (karma),
para lo cual hay que buscar el estado de felicidad y paz total (el nirvana).
Taoísmo/Zen: El Zen es una
forma de Budismo, cuya meta es llegar a un estado de conciencia en el cual
“todo es uno” (Monismo). Dice un zenista: “Todo es uno, uno es nada, todo es
nada...”
El Zen ha sido influenciado por el Taoísmo (religión de la China), del cual toma el
principio y el símbolo chino del “ying y yang” o conciliación de contrarios:
bien-mal, pasivo-activo, positivo-negativo, luz-oscuridad, masculino-femenino,
etc. pues los opuestos son símbolos de la unidad final (tao).
Materialismo y Hedonismo: Aunque
las metas y métodos del New Age parecen ser muy espiritualistas, el móvil
subyacente es eminentemente materialista (no de Dios) y hedonista (búsqueda del
placer), pues se considera que la meta suprema del hombre es la satisfacción
personal y el éxito.
Integracionismo u Holismo: “Holos”,
del griego “total”.
Todo está interconectado. Todas las cosas son interdependientes y
deben ser consideradas “integralmente” u “holísticamente”. Esto se aplica
actualmente a la salud.
A través de esta teoría se busca la reconciliación de contrarios,
como en el Taoísmo: la ciencia y el ocultismo, lo positivo y lo negativo.
También se busca por medio de esto la integración de todas las
religiones y, por supuesto, la integración de
todas estas doctrinas falsas, paganas, heréticas que hemos revisado, para el NEW AGE.
Bibliografía:
“Jesucristo, portador del Agua de la Vida”.
CONSEJO PONTIFICIO DE LA CULTURA Y DOCTRINA CATÓLICAS
CONSEJO PONTIFICIO PARA EL DIALOGO INTERRELIGIOSO.