DOMINGO DE RAMOS
EN LA PASIÓN DEL SEÑOR
“¡BENDITO
EL QUE VIENE
EN EL NOMBRE DEL SEÑOR”.
DOMINGO 24
DE MARZO DE 2013
PRIMERA LECTURA.
TOMADA DEL LIBRO DE
ISAÍAS 50, 4-7
El mismo Señor me ha
dado una lengua de discípulo, para que yo sepa reconfortar al fatigado con una
palabra de aliento. Cada mañana, Él despierta mi oído para que yo escuche como
un discípulo. El Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volví atrás. Ofrecí
mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas, a los que me arrancaban la
barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían. Pero el Señor viene
en mi ayuda: por eso, no quedé confundido; por eso, endurecí mi rostro como el
pedernal, y sé muy bien que no seré defraudado.
Palabra de
Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
22
(21), 8-9. 17-20. 23-24
R.:
DIOS
MÍO, DIOS MÍO,
¿POR QUÉ
ME HAS ABANDONADO
Los que me ven, se
burlan de mí,
hacen una mueca y
mueven la cabeza, diciendo:
"Confió en el
Señor, que Él lo libre; que lo salve,
si lo quiere
tanto" R.:
Me rodea una jauría
de perros,
me asalta una banda
de malhechores;
taladran mis manos y mis pies.
Yo puedo contar todos
mis huesos R.:
Se reparten entre sí
mi ropa
y sortean mi túnica.
Pero tú, Señor, no te
quedes lejos;
tú que eres mi fuerza,
ven pronto a socorrerme R.:
Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos,
te alabaré en medio de la asamblea:
"Alábenlo, los que temen al Señor;
glorifíquenlo, descendientes de Jacob;
témanlo, descendientes de Israel R.:
SEGUNDA
LECTURA.
TOMADA
DE LA CARTA DEL
APÓSTOL
SAN PABLO A
LOS
CRISTIANOS DE FILIPOS 2, 6-11
Jesucristo, que era de condición divina, no
consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al
contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose
semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por
obediencia la muerte y muerte de cruz. Por
eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al
nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los
abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: “Jesucristo es el
Señor”.
Palabra de
Dios.
Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
AL EVANGELIO.
Cristo por nosotros
se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó
sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todo nombre”
(Filip 2, 8-9).
EVANGELIO.
EVANGELIO
DE
NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN
LUCAS 22, 7. 14-23. 56
Llegó el día de los Ácimos,
en el que se debía inmolar la víctima pascual. Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los
Apóstoles y les dijo: “He deseado
ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les
aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el
Reino de Dios”. Y tomando una copa, dio gracias y dijo: “Tomen y compártanla
entre ustedes. Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la
vid hasta que llegue el Reino de Dios”. Luego tomó el pan, dio gracias, lo
partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “Esto es mi Cuerpo, que se entrega
por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Después de la cena hizo lo mismo con
la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se
derrama por ustedes. La mano del
traidor está sobre la mesa, junto a mí. Porque el Hijo del hombre va por el
camino que le ha sido señalado, pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!” Entonces
comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el que iba a hacer
eso.
Palabra de
Dios.
¡Gloria
y honor a Ti, Señor Jesús!
¿CON
QUIÉN NOS IDENTIFICAMOS?
Se actualiza la Pasión de Cristo.
Evangelio para la Misa del Domingo de Ramos es
la lectura de la Pasión
de Jesucristo. La lectura comienza con la Santa Cena, pasa a Getsemaní, a la condena por
los judíos y por Pilato, las varias torturas y humillaciones del Señor, la Crucifixión, y el
entierro. Conocemos la historia bien y la vamos a conocer otra vez con emoción
en la Eucaristía
cuando vivimos otra vez esos momentos en cuales se encuentra el punto crítico
de la historia del mundo. Tenemos que preguntarnos, ¿con qué personaje me identifico? Tal vez con Judas el traidor, o con Pedro el cobarde, con
Juan el discípulo fiel, con el buen ladrón, con las santas mujeres… Hoy día
Jesús sigue muriendo por nosotros y muchos “Cristos” en el mundo siguen
sufriendo “su pasión”.
Jesús es el siervo
sufriente.
La lectura de Isaías
tiene tres partes. Primero el profeta dice que Dios lo ha escogido, lo ha
informado, y lo ha impulsado para proclamar la palabra de Dios. Segundo, el
profeta no se echa para atrás. Ofrece la espalda a golpes, recibe los insultos
por ser profeta de Dios. Finalmente, el profeta persiste en mostrar coraje: su rostro fue como roca. Eso es lo
mismo que vemos en la Pasión:
Jesús no se echó para atrás. Sabía que su ministerio y su predicación acababan en estas
torturas y humillaciones, en esta muerte tan cruel y fea. Obedeció al Padre.
Proclamó la verdad del Padre. Cumplió su misión por el Padre. Nosotros no lo
podíamos hacer. No lo tenemos que hacer porque Jesús lo hizo por nosotros. Sí, nosotros también tenemos que obedecer, endurecer la cara
como roca, hasta recibir insultos y golpes, pero no
es nada comparable con la
Pasión de Cristo porque Cristo era Dios mismo.
Jesús se entregó
libremente por nosotros.
En Filipenses, San
Pablo, en uno de los pasajes más maravillosos de la Biblia entera, describe en
un himno lírico como Jesús abandonó sus prerrogativas divinas para tomar la
condición de siervo, para humillarse, para morir en una cruz. Nosotros no somos
divinos, nosotros mismos nos humillamos en muchas cosas antes que otros nos
humillan, para nosotros la muerte es inevitable. Pero no fue así con Cristo. El Hijo se hizo humano y escogió ser humillado y morir. Para nosotros, al contrario, la humillación y la muerte son
parte de nuestra condición desde nuestro nacimiento.
Jesús hizo lo que nosotros
nunca pudiéramos hacer.
Padre José Mª Martín, OSA
España
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Jesús nos
bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y
Juan.