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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

lunes, 13 de mayo de 2013

¡¡ FELIZ DÍA DE LA MAMÁ !!

Para mí Ninita





 

Sí bien es cierto que con retraso, pero más que justificado, ayer estuve sin Pc y junto a mi esposa Ninita fuera de Santiago, quiero igualmente hoy poner un saludo en el día de la mamá, se lo merece y con creces. Creo que es una muy buena mamá, muy abnegada, sacrificó los mejores años de su vida para criar a su hija y creo que eso merece el mayor de los reconocimientos, razón demás para saludarla y desearle no sólo un muy feliz día, sino una muy feliz vida a lo que yo, Juan, su marido espero colaborar en la mayor de las medidas.

Te amo Ninita mía y creo que te mereces toda la felicidad del mundo, tuyo por siempre tu Zbyszek.

Jesús nos bendice y nos guarda eternamente.

jueves, 9 de mayo de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

DOMINGO DE
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR


 
AHORA NOS TOCA A NOSOTROS”.

DOMINGO 12 DE MAYO DE 2013

 
PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 1, 1-11

En mi primer Libro, querido Teófilo, me referí a todo lo que hizo y enseñó Jesús, desde el comienzo, hasta el día en que subió al cielo, después de haber dado, por medio del Espíritu Santo, sus últimas instrucciones a los Apóstoles que había elegido. Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas de que vivía, y durante cuarenta días se les apareció y les habló del Reino de Dios. En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: “La promesa, les dijo, que Yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días”. Los que estaban reunidos le preguntaron: “Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?” Él les respondió: “No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra”. Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera en que lo han visto partir”.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
47 (46), 2-3. 6-9

R.:
EL SEÑOR ASCIENDE
ENTRE ACLAMACIONES.

Aplaudan todos los pueblos,
aclamen al Señor con gritos de alegría;
porque el Señor, el Altísimo, es temible,
es el soberano de toda la tierra R.:

El Señor asciende entre aclamaciones,
asciende al sonido de trompetas.
Canten, canten a nuestro Dios,
canten, canten a nuestro Rey R.:

El Señor es el Rey de toda la tierra,
cántenle un hermoso himno.
El Señor reina sobre las naciones
el Señor se sienta sobre su trono sagrado R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA CARTA
DEL APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE ÉFESO 1, 17-23

Hermanos:

Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente. Que Él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la esperanza a la que han sido llamados, los tesoros de gloria que encierra su herencia entre los santos, y la extraordinaria grandeza del poder con que Él obra en nosotros, los creyentes, por la eficacia de su fuerza. Éste es el mismo poder que Dios manifestó en Cristo, cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, elevándolo por encima de todo Principado, Potestad, Poder y Dominación, y de cualquier otra dignidad que pueda mencionarse tanto en este mundo como en el futuro. Él puso todas las cosas bajo sus pies y lo constituyó, por encima de todo, Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo y la Plenitud de Aquél que llena completamente todas las cosas.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo”, dice el Señor
(Mt 28, 19-20).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 24, 46-53

Jesús dijo a sus discípulos: “Así está escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto. Y Yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto”. Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Los discípulos, que se habían postrado delante de Él, volvieron a Jerusalén con gran alegría, y permanecían continuamente en el Templo alabando a Dios.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

AHORA NOS TOCA A NOSOTROS.

ESTÁ SIEMPRE CON NOSOTROS.

Jesús se despide de los apóstoles, pero anuncia que no los dejará solos. Promete la llegada del Espíritu que les dará fuerza para ser testigos hasta los confines del mundo. Los discípulos no comprendían bien sus palabras, pues querían que estuviera corporalmente con ellos para siempre. Veían en Él, nos dice San Agustín, un maestro, un animador y un consolador, un protector, pero humano; si esto no aparecía a sus ojos, lo consideraban ausente, aunque en realidad sigue presente entre nosotros. A nosotros nos ocurre muchas veces lo mismo: no comprendemos lo que nos pasa y nos rebelamos ante ciertas situaciones de dolor y de prueba. Hemos de mantener la calma, hay cosas que ahora no comprendemos, pero sabemos que Dios está siempre a nuestro favor.

¿NOS QUEDAMOS MIRANDO EL CIELO?

Es la hora de recoger el “relevo” que Cristo nos da. Es la hora de la Iglesia y del Espíritu. Es la hora de la madurez. Es como si Jesús nos hubiera dado un empujón desde la rampa de lanzamiento para que ahora nosotros siguiéramos la carrera con lo que Él nos había enseñado. El Reino tenemos que construirlo nosotros mismos, Dios con su providencia amorosa velará para ayudarnos, pero no le pidamos que Él sea el que nos solucione todo, somos nosotros los que tenemos que hacerlo. La gran tentación que tenemos es quedarnos parados mirando al cielo: “¿qué hacéis ahí plantados?” Hoy día también somos tentados si vivimos una fe desencarnada de la vida. La Iglesia somos todos los cristianos, luego todos tenemos que implicarnos más en la defensa de la dignidad del ser humano, de la vida, de la paz, de la justicia. ¿Cómo vivo yo el encargo que Jesús me hace de anunciar su Evangelio?, ¿qué estoy haciendo para que mi fe me lleve a la transformación de este mundo?, ¿cómo asumo el compromiso de la Eucaristía, la misión que cada domingo se me encomienda en la mesa del compartir? Recuerda que la Eucaristía es el sacramento del servicio. a Dios y al hermano.

LOS DOS BRAZOS DE LA CRUZ.

Para llegar a Dios hay que acoger al hermano. Así lo hizo Jesucristo, que se abajó para subir al Padre. El camino del cristiano tiene que ser igual que el suyo. Primero hay que estar al lado del hermano que sufre, que pasa dificultades, que está solo y abandonado. Sólo así podremos ascender... Subir al monte nos ilusiona, el esfuerzo que ponemos parece que nos compensa. Es más difícil caminar por el llano, sin un reto aparente. Dos hombres vestidos de blanco dicen a los discípulos: ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? Nos está diciendo también a nosotros, discípulos del siglo XXI, que no nos quedemos contemplando, que hay que pasar a la acción, que tenemos que ser sus testigos por todo el mundo. Mira a la cruz: ves en ella un brazo vertical que se eleva hacia el cielo, pero también tiene un brazo horizontal que mira a la tierra. Si quieres seguir el ejemplo de Jesús asume la cruz, pero con los dos brazos, mirando al hermano y teniendo siempre la presencia de Dios en tu vida.

SAN AGUSTÍN NOS RECUERDA QUE LA NECESDAD DE OBRAR SEGUIRÁ EN LA TIERRA, PERO EL DESEO DE LA ASCENSIÓN HA DE ESTAR EN EL CIELO: 
 
Aquí la esperanza, allí la realidad”. Hemos de poner atención a los mismos asuntos humanos. Con frecuencia se ha acusado a los cristianos de desentenderse de los asuntos de este mundo, mirando sólo hacia el cielo. No podemos vivir una fe desencarnada de la vida. La Iglesia somos todos los cristianos, luego todos debemos implicarnos más en la defensa de la vida, de la dignidad del ser humano, de la justicia y de la paz. ¿Cómo vivo yo el encargo que Jesús me hace de anunciar su Evangelio?, ¿qué estoy haciendo para que mi fe me lleve a la transformación de este mundo?, ¿cómo asumo el compromiso de la Eucaristía y la misión que cada domingo se me encomienda en la mesa del compartir? No es fácil la tarea que nos asigna el Señor. Soplan vientos contrarios a todo aquello que esté relacionado con el Evangelio. La cultura de hoy ridiculiza la fe, confunde a las personas sencillas y desorienta mediante la ceremonia de la confusión y la burla. Parece como si el cristiano hoy no pudiera hablar ni manifestarse. Sin embargo, Jesús nos pide que seamos sus testigos. No hay que temer a nada ni a nadie. Contamos con el apoyo de la gracia de Dios. Caminemos confiados hacia la esperanza del cielo porque es veraz Quién ha hecho la promesa; pero vivamos de tal manera que podamos decirle con la frente bien alta: “Cumplimos lo que nos mandaste, danos lo que nos prometiste” (San Agustín, Sermón 395).

Padre José Mª Martín, OSA
España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

martes, 30 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

VIº DOMINGO DE PASCUA


 
LA INDISCUTIBLE PAZ,
ES DON DE DIOS”

DOMINGO 05 DE MAYO DE 2013

 
PRIMERA LECTURA

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 15, 1-2. 22-29

Algunas personas venidas de Judea a Antioquía enseñaban a los hermanos que si no se hacían circuncidar según el rito establecido por Moisés, no podían salvarse. A raíz de esto, se produjo una agitación: Pablo y Bernabé discutieron vivamente con ellos, y por fin, se decidió que ambos, junto con algunos otros, subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los Apóstoles y los presbíteros. Entonces los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos, y les encomendaron llevar la siguiente carta: “Los Apóstoles y los presbíteros saludamos fraternalmente a los hermanos de origen pagano, que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia. Habiéndonos enterado de que algunos de los nuestros, sin mandato de nuestra parte, han sembrado entre ustedes la inquietud y provocado el desconcierto, hemos decidido de común acuerdo elegir a unos delegados y enviárselos junto con nuestros queridos Bernabé y Pablo, los cuales han consagrado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje. El Espíritu Santo, y nosotros mismos, hemos decidido no imponerles ninguna carga más que las indispensables, a saber: que se abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales. Harán bien en cumplir todo esto. Adiós”.

Palabra de Dios
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
67 (66), 2-3. 5-6. 8

R.:
A DIOS DEN GRACIAS LOS PUEBLOS,
ALABEN LOS PUEBLOS A DIOS.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones R.:

Que todos los pueblos te den gracias.
Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia
y guías a las naciones de la tierra R.:

¡Que los pueblos te den gracias,
Señor, que todos los pueblos te den gracias!
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra R.:

SEGUNDA LECTURA

TOMADA DEL LIBRO DEL
APOCALIPSIS 21, 10-14. 22-23

El Ángel me llevó en espíritu a una montaña de enorme altura, y me mostró la Ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios. La gloria de Dios estaba en ella y resplandecía como la más preciosa de las perlas, como una piedra de jaspe cristalino. Estaba rodeada por una muralla de gran altura que tenía doce puertas: sobre ellas había doce ángeles y estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Tres puertas miraban al este, otras tres al norte, tres al sur, y tres al oeste. La muralla de la Ciudad se asentaba sobre doce cimientos, y cada uno de ellos tenía el nombre de uno de los doce Apóstoles del Cordero. No vi ningún templo en la Ciudad, porque su Templo es el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. Y la Ciudad no necesita la luz del sol ni de la luna, ya que la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el Cordero.

Palabra de Dios
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él”, dice el Señor
(Jn 14, 23).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 14, 23-29

Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: “Me voy y volveré a ustedes”. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que Yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.

Palabra de Dios
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

EL AMOR NOS HACE FUERTES EN LAS PRUEBAS.

LA VOZ DEL PUEBLO DE DIOS.

El Libro los Hechos recoge las conclusiones del primer Concilio de la Iglesia, el Concilio de Jerusalén. Toda la iglesia, es decir, los apóstoles, los presbíteros y los hermanos, participan en la solución del problema y en nombre de toda la iglesia de Jerusalén se escribe la carta a las otras iglesias. Pero allí se encontraba también el Espíritu Santo, para iluminarles y ayudarles a tomar la decisión: “Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros”. El tema que se debatía era sobre la necesidad de la circuncisión para salvarse “como mandaba la Ley de Moisés”, o si bastaba la fe en Jesucristo. La circuncisión era todo un símbolo de la Ley antigua. ¿Hay que seguir cumpliéndola o ya tenemos una Ley nueva? ¿Cristo es sólo un complemento de la Ley antigua o ya es Él la Ley nueva? Pablo se muestra desde el principio partidario de la “libertad de los hijos de Dios”. La decisión fue renovadora y liberadora. No tenemos más Ley que Cristo… Si exigieron todavía algunas tradiciones sobre la carne y la sangre fue por evitar la ruptura del grupo más conservador. La Iglesia actual debe tener en cuenta también hoy día la voz del pueblo de Dios y actuar conforme a “los signos de los tiempos”.

QUE TODOS LOS PUEBLOS TE ALABEN.

El salmo 66 que hemos proclamado expresa el reconocimiento al Creador porque ha bendecido a la tierra con sus frutos, y llama a todos los pueblos a unirse en esta acción de gracias. Es un mensaje muy actual, pues implica superar odios y hostilidades para que todos los hombres puedan sentarse en la única mesa y alabar al Creador por tantos dones que nos ha hecho. El mensaje de la apertura a lo nuevo subyace en la lectura del Apocalipsis. El número total de puertas es de doce, recibiendo cada una de ellas el nombre de una de las doce tribus de Israel; y sobre cada uno de los doce basamentos que dan fortaleza y cohesión a las murallas, el nombre de un apóstol. Así quedan unidos los dos Testamentos con la realización de todas las promesas, pues el número doce indica plenitud.

EL QUE ME AMA GUARDARÁ MI PALABRA.

Para que una persona se manifieste a otra se requiere que ésta demuestre interés, apertura, disponibilidad por aquélla. Estas actitudes se dan en grado sumo en quien ama. Por eso, sólo quien ama está en condiciones de recibir y entender manifestaciones personales. Por eso Jesús no se manifiesta al mundo, porque el mundo en Juan es la noche, la cerrazón, todo aquél que no ama, todo aquél que odia, todo aquél cerrado en sí mismo y en sus intereses. Hoy Jesús manifiesta que quien le ama a Él es también amado por el Padre, quien hace morada en esa persona. Jesús cambia el concepto antiguo de Dios y la relación del hombre con Él. El Padre no es ya un Dios lejano, sino el que se acerca al hombre y vive con él, formando comunidad con los hombres. Buscar a Dios no exige ir a encontrarlo fuera de uno mismo, sino dejarse encontrar por Él, descubrir y aceptar su presencia por una relación que ya no es de siervo-señor, sino la de Padre-hijo. Esta fue la experiencia de San Agustín, cuya conversión hemos celebrado la semana pasada. El amor ayuda a superar todas las pruebas. Nuestro corazón dejará de ser cobarde y de temblar, porque Dios permanece siempre con nosotros. El amor a Dios nos trae la paz verdadera y plena, no la paz que da el mundo. Si guardamos y practicamos la palabra de Jesús viviremos alegres en la práctica de las buenas obras. El santo obispo de Hipona, comentando este evangelio, escribió:


Por tanto, hermanos, perseguid el amor, el dulce y saludable vinculo de las mentes sin el que el rico es pobre y con el que el pobre es rico. El amor da resistencia en las adversidades y moderación en la prosperidad; es fuerte en las pruebas duras, alegre en las buenas obras; confiado en la tentación, generoso en la hospitalidad; alegre entre los verdaderos hermanos, pacientísimo entre los falsos”.


Padre José Mª Martín, OSA
España

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

viernes, 26 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO


Vº DOMINGO DE PASCUA

 
“LA CIUDAD DONDE TODOS CABEN”.

DOMINGO 28 DE ABRIL DE 2013



PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 14, 21-27

Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de Pisidia. Confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad establecieron presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Luego anunciaron la Palabra en Perge y descendieron a Atalía. Allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para realizar la misión que acababan de cumplir. A su llegada, convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
145 (144), 8-13

R.:
BENDECIRÉ TU NOMBRE ETERNAMENTE,
DIOS MÍO, EL ÚNICO REY.

El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas  R.:


Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder  R.:

Así manifestarán a los hombres tu fuerza
y el glorioso resplandor de tu reino:
Tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APOCALIPSIS 21, 1-5

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: “Esta es la carpa de Dios entre los hombres: Él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será con ellos su propio Dios. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó”. Y el que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas”.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

“Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, como Yo lo he amado”, dice el Señor
(Jn 13, 34).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 13, 31-33. 34-35

Durante la Última Cena, después que Judas salió, Jesús, dijo: Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto. Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como Yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR.

La puerta abierta de la salvación.

El Libro de los de Hechos pone de relieve que el anuncio del evangelio conlleva muchas veces persecuciones. Jesús fue perseguido y sus primeros discípulos también. Hoy día más de doscientos millones de cristianos en todo el mundo tienen dificultades para vivir su fe. En algunos lugares incluso mueren mártires por seguir a Jesucristo. Lucas menciona por vez primera la erección de presbíteros en las iglesias primitivas. No explica los detalles de su función en la Iglesia, pero está claro que eran nombrados para servir a la comunidad como guías y pastores. La lectura termina con la constatación gozosa de que “Dios ha abierto a los gentiles el camino de la fe”. Esta breve frase recalca la importancia idéntica en el orden histórico-salvífico de Antioquía y de Jerusalén, pues todos, judíos y gentiles, son llamados a la salvación. La imagen de la puerta encierra el significado de que la salvación que Jesucristo ofrece está abierta a todos los hombres y mujeres, de toda raza o condición.

La utopía del “nuevo cielo y tierra nueva”, proclamada en el Apocalipsis, puede hacerse realidad.

No podemos conformarnos con ninguna injusticia, con ninguna mentira, con ningún dolor gratuito. Buscamos siempre la ciudad ideal, que es la ciudad del ser: la sociedad perfecta, que es la civilización del amor. Un mundo en que no nos hagamos sufrir unos a otros, sino que tratemos de ayudarnos unos a otros. El mundo nuevo no supone la destrucción apocalíptica de éste, sino su transformación progresiva. La vida nueva ya está injertada en este mundo viejo. El Reino de Dios ya está dentro de nosotros. Cuando se llegue a conseguir este ideal, toda la ciudad será sagrada: no harán falta templos, porque Dios habitará en medio de su pueblo.

¿Por qué Jesús llama “nuevo” el mandamiento de amarnos los unos a los otros?

Sólo una vez Jesús calificó de “nuevo” un mandamiento. La víspera de su pasión, Jesús dice a sus discípulos: “Os doy un mandamiento nuevo: Amaos los unos a los otros; como Yo os he amado”. ¿En qué es nuevo ese mandamiento? ¿Acaso no se pide ya en el mandamiento antiguo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo?” Jesús da una nueva medida al amor. Dice “como Yo os he amado” en el momento mismo en el que, por amor, entrega todo. “Antes de la fiesta de la Pascua, Jesús, amando a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. Comienza a lavar los pies diciendo: “Es un ejemplo que os doy”.

Ahora será glorificado desde el amor.

Precisamente, antes del mandamiento nuevo se encuentra una palabra enigmática: “Ahora el Hijo del Hombre será glorificado”. ¿De qué modo Cristo será glorificado antes de entrar, por medio de la cruz y de la resurrección, en la gloria de su Padre? Ya ha sido glorificado porque su gloria es amar. Es por ello que ahora, cuando “ama hasta el extremo”, su gloria se manifiesta. Judas ha “salido de noche” para entregarlo. Pero Jesús no padece pasivamente el acontecimiento: entregado, se da a sí mismo, continúa amando en una situación que parece sin esperanza. Es ésa su gloria. Con el mandamiento nuevo, Jesús asocia a sus discípulos a lo que Él ha vivido, les hace capaces de amar con El ama. Oró en esa tarde: “Que el amor con el que tú me has amado esté en ellos y Yo en ellos.” A partir de ahora Jesús les habitará como amor, amará en ellos. No sólo da una palabra para que la observen; se da Él mismo. Con el don del mandamiento nuevo Jesús hace don de su presencia. Si ponemos en práctica este mandamiento habremos conseguido instaurar la “civilización del amor”, de la que hablaba Pablo VI.


Padre José Mª Martín, OSA
                   España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

jueves, 18 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

IVº DOMINGO DE PASCUA



“ESCUCHAR PARA HABLAR”.

DOMINGO 21 DE ABRIL DE 2013


PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 13, 14. 43. 52

En aquellos días: Pablo y Bernabé continuaron su viaje, y de Perge fueron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron. Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé. Estos conversaban con ellos, exhortándolos a permanecer fieles a la gracia de Dios. Casi toda la ciudad se reunió el sábado siguiente para escuchar la Palabra de Dios. Al ver esa multitud, los judíos se llenaron de envidia y con injurias contradecían las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé, con gran firmeza, dijeron: “A ustedes debíamos anunciar en primer lugar la Palabra del Señor, pero ya que la rechazan y no se consideran dignos de la Vida eterna, nos dirigimos ahora a los paganos. Así nos ha ordenado el Señor: “Yo te he establecido para ser la luz de las naciones, para llevar la salvación hasta los confines de la tierra”. Al oír esto, los paganos, llenos de alegría, alabaron la Palabra de Dios, y todos los que estaban destinados a la Vida eterna abrazaron la fe. Así la Palabra del Señor se iba extendiendo por toda la región. Pero los judíos instigaron a unas mujeres piadosas que pertenecían a la aristocracia y a los principales de la ciudad, provocando una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron de su territorio. Estos, sacudiendo el polvo de sus pies en señal de protesta contra ellos, se dirigieron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
100 (99), 1-3. 5

R.:
SOMOS SU PUEBLO
Y OVEJAS DE SU REBAÑO.

Aclame al Señor toda la tierra,
sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta Él con cantos jubilosos  R.:

Reconozcan que el Señor es Dios:
Él nos hizo y a Él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño  R.:

¡Qué bueno es el Señor!
Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones   R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APOCALIPSIS 7, 9. 14-17

Yo, Juan, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas en la mano. Y uno de los Ancianos me dijo: “Éstos son los que vienen de la gran tribulación; ellos han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios y le rinden culto día y noche en su Templo. El que está sentado en el trono extenderá su carpa sobre ellos: nunca más padecerán hambre ni sed, ni serán agobiados por el sol o el calor. Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá hacia los manantiales de agua viva. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos”.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN AL EVANGELIO.

¡ALELUYA!

“Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”, dice el Señor
(Jn 10, 14).

¡ALELUYA!


EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 10, 27-30

Jesús dijo: Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y Yo somos una sola cosa.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

BUENOS PASTORES Y BUENAS OVEJAS

Evangelio para todos.

La primera lectura, del Libro de los Hechos, es uno de los textos fundamentales para conocer la apertura del mensaje evangélico a todas las gentes. Vemos cómo se produce el rechazo de la comunidad judía y la reacción de Pablo de ir a otros que lo aceptan. La hostilidad de los judíos pone aún más de relieve el coraje de los apóstoles y descubre las dos actitudes que pueden adoptarse ante el Evangelio: los judíos lo rechazan y se quedan con sus prejuicios, los gentiles lo aceptan y alcanzan la “vida eterna”. Es verdad que también entre los gentiles Pablo encontrará dificultades… Pero la enseñanza del texto es que no debe haber un monopolio del mensaje evangélico, no se puede encorsetar la Palabra en formas concretas predeterminadas por tradiciones que pueden ser superadas por la dinámica del evangelio. Hay que ser fuertes para pasar por encima de las resistencias. Así surgirá la alegría final de haber hecho lo que teníamos que hacer. ¿Quién no se da cuenta que junto a la Iglesia actual todavía hay “prosélitos?”, o sea, hombres de buena voluntad, que esperan que se les predique un evangelio realmente abierto a todos, y para los cuales no hay cabida en nuestras asambleas. Pero la misión ha de continuar mientras haya ciudades en el mundo que aún no hayan escuchado el evangelio. La historia se repite muchas veces…


Pastores que están en medio de las ovejas y dan vida eterna.

El pastor y las ovejas es una imagen clásica en la literatura bíblica. Muchos profetas se sirvieron de ella cuando quisieron hablar de las relaciones entre Dios y su Pueblo. Es una imagen cotidiana en una economía agrícola y ganadera. Las ovejas representan a los seguidores de Jesús, el Buen Pastor, que da su vida por ellas. El Papa nos ha recordado recientemente que “los pastores tienen que oler a oveja”, es decir tienen que estar en medio del pueblo, compartir sus sufrimientos y sus gozos. El auténtico pastor “conoce a sus ovejas” y les da vida. He aquí una expresión típica de Juan: “vida eterna”. Esta es la vida que Jesús, el Pastor, da a cuantos creen en Él y le siguen. Juan escribe su evangelio para que, creyendo en Jesús, tengamos vida eterna. Quiere decir todo esto que Juan entiende la “vida eterna” como algo que se inicia ya en este mundo. Jesús está convencido de que nada ni nadie puede apartar de sus brazos a los que son “suyos” y a los que Él ama. Por eso, cuantos creen en Jesús tienen su vida eterna guardada en las mejores manos y no morirán para siempre. Porque Jesús y el Padre son uno.

¿Y las ovejas?

“Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen”, dice Jesús. Lo primero que tenemos que hacer es escuchar la Palabra de Dios, para después hacerla vida en nosotros y seguir a Jesús a Jesús. El seguimiento de Jesús comporta un comportamiento consecuente con el Evangelio. El seguimiento es la norma de moralidad para el cristiano. A este respecto escribe San Agustín: “¡Lejos de nosotros afirmar que faltan ahora buenos pastores; lejos de nosotros el que falten, lejos de su misericordia el que no los haga nacer y otorgue! En efecto, si hay ovejas buenas, hay también pastores buenos, pues de las buenas ovejas salen buenos pastores. Pero todos los buenos pastores están en uno, son una sola cosa. Apacientan ellos: es Cristo quien apacienta. Los amigos del esposo no dicen que es su voz propia, sino que gozan de la voz del esposo”.


Padre José Mª Martín, OSA
                   España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.