Datos personales

Mi foto
SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

jueves, 4 de julio de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO


XIVº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA.


“MENSAJEROS DE PAZ Y ALEGRÍA”.

DOMINGO 07 DE JULIO DE 2013


PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
ISAÍAS 66, 10-14c

¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman! ¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las delicias de sus senos gloriosos! Porque así habla el Señor: Yo haré correr hacia ella la prosperidad como un río, y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda. Sus niños de pecho serán llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas. Como un hombre es consolado por su madre, así Yo los consolaré a ustedes, y ustedes serán consolados en Jerusalén. Al ver esto, se llenarán de gozo, y sus huesos florecerán como la hierba. La mano del Señor se manifestará a sus servidores, y a sus enemigos, su indignación.


Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
66 (65), 1-3. 4-7. 16. 20.

R.:
¡ACLAME AL SEÑOR TODA LA TIERRA!

 ¡Aclame al Señor toda la tierra!
 ¡Canten la gloria de su Nombre!
Tribútenle una alabanza gloriosa,
digan al Señor:
“¡Qué admirables son tus obras!”  R.:


Toda la tierra se postra ante ti,
y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.
Vengan a ver las obras del Señor,
las cosas admirables que hizo por los hombres  R.:

Él convirtió el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el Río.
Por eso, alegrémonos en Él,
que gobierna eternamente con su fuerza  R.:

Los que temen al Señor, vengan a escuchar,
yo les contaré lo que hizo por mí.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración
ni apartó de mí su misericordia  R.:


SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE GALACIA 6, 14-18

Hermanos:

Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo. Estar circuncidado o no estarlo, no tiene ninguna importancia: lo que importa es ser una nueva criatura. Que todos los que practican esta norma tengan paz y misericordia, lo mismo que el Israel de Dios. Que nadie me moleste en adelante: yo llevo en mi cuerpo las cicatrices de Jesús. Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo permanezca con ustedes. Amén.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Que la paz de Cristo reine en sus corazones;  que la Palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza
(Col 3, 15a.16ª).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 10, 1-12. 17-20

El Señor designó a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde Él debía ir. Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: “¡Que descienda la paz sobre esta casa!” Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; sanen a sus enfermos y digan a la gente: “El Reino de Dios está cerca de ustedes”. Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: “¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca. Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad”. Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre”. Él les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

TESTIGOS DE LA PAZ.

EL don de la paz.

La primera lectura es del Tercer Isaías, quien promete la regeneración de Jerusalén. Dios va a conceder la paz, compendio de todos los bienes. La palabra paz expresa algo más que la pura ausencia de guerra. Teológicamente la paz es un don de Dios y signo de su bendición. La Biblia no separa nunca la paz interior de la paz exterior, de la no-guerra: ésta es signo de aquella y la primera anuncia y condiciona la segunda. En este pasaje de Isaías la paz incluye los matices de salud, fecundidad, prosperidad, amistad con Dios y con los hombres. Porque sin justicia no hay paz. Querer estar en paz con Dios, haciendo la guerra al que vive con nosotros, es pretender una vanidad. Dios se compara a una madre. Se habla del amor entrañable de la madre que consuela a su hijo: Israel cuenta siempre con el perdón de Dios. Cuando Dios ha hecho la paz con el hombre es que es posible la paz entre los hombres. Una paz auténtica trae al hombre la alegría más profunda.

Pablo ha llegado a comprender
la paradoja de la cruz de Jesús.

Esto le hace experimentar “paz y misericordia”. La paz es fruto del triunfo de Jesús y del convencimiento del creyente. Vivir hoy con los criterios de Jesús es un camino para la paz. Pablo lleva las marcas de los sufrimientos que ha encajado por la causa de Cristo, fiel a su ministerio. Estas marcas son las pruebas sensibles de su unión profunda con Cristo crucificado. Por eso, Pablo pide a los gálatas que no quieran infligirle otra clase de sufrimientos. Ya tiene bastante con lo sufrido por causa del evangelio. Vivir según el evangelio, el trabajo por la paz, es un camino lleno de penalidades. Sólo una fe fuerte es capaz de soportarlas. En esta carta la palabra “hermanos” sirve para el saludo final. Hay, sin duda, en ello una intención y una llamada. Que la fraternidad vuelva a ser algo propio y querido de los gálatas y que emerja de una sola fuente: la gracia del Señor Jesús.

Enviados a anunciar la paz.

En el Antiguo Testamento se creía que había setenta y dos naciones paganas en el orbe, Lucas anticipa la misión que comenzó después de Pentecostés con el envío antes de los setenta y dos discípulos. Además se les envía “de dos en dos” con una doble finalidad: para protegerse mejor de los bandidos que pululaban por los caminos y para cumplir la norma de que dos testigos hacen un testimonio válido. Implícitamente se viene a decir que el anuncio de la llegada del reino es cierto. Aquí está programada la tarea de todo creyente cristiano: decir con palabra y con la vida que el reino de Dios está formándose ya. Hay que tener una gran disponibilidad, necesaria para una predicación rápida y eficaz del reino: hay que presentarse ante los hombres con el mismo desasimiento que ante Dios. El mensajero tiene que poner su confianza exclusivamente en Aquel que le envía, no en los medios empleados. Al entrar en una casa, el mensajero trae la paz: poder que abraza a toda familia que le recibe. Jesús mismo es la paz que los discípulos van predicando. Esta paz es solamente eficaz para el que la recibe. El creyente está llamado a tener una experiencia profunda de Jesucristo para poder sentir en su interior la auténtica paz.


Padre José Mª Martín, OSA
                   España
____________________

Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.


sábado, 29 de junio de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

XIIIº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA.



“SIGUIENDO, SÓLO A JESÚS”.

DOMINGO 30 DE JUNIO DE 2013



PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL PRIMER LIBRO DE
LOS REYES 16, 19-21

El Señor dijo a Elías: “A Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, lo ungirás profeta en lugar de ti”. Elías partió y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Delante de él había doce yuntas de bueyes, y él iba con la última. Elías pasó cerca de él y le echó encima su manto. Eliseo dejó sus bueyes, corrió detrás de Elías y dijo: “Déjame besar a mi padre y a mi madre; luego te seguiré”. Elías le respondió: “Sí, puedes ir. ¿Qué hice yo para impedírtelo?” Eliseo dio media vuelta, tomó la yunta de bueyes y los inmoló. Luego, con los arneses de los bueyes, asó la carne y se la dio a su gente para que comieran. Después partió, fue detrás de Elías y se puso a su servicio.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
15, 1-2. 5. 7-11

R.:
SEÑOR, TÚ ERES
LA PARTE DE MI HERENCIA.

 Protégeme, Dios mío,
porque me refugio en ti.
Yo digo al Señor:
“Señor, Tú eres mi bien”.
El Señor es la parte de mi herencia
y mi cáliz, ¡Tú decides mi suerte!  R.:

Bendeciré al Señor que me aconseja,
¡hasta de noche me instruye mi conciencia!
Tengo siempre presente al Señor:
Él está a mi lado, nunca vacilaré  R.:

 Por eso mi corazón se alegra,
se regocijan mis entrañas
y todo mi ser descansa seguro:
porque no me entregarás a la muerte
ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro  R.:

Me harás conocer el camino de la vida,
saciándome de gozo en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha  R.:


SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE GALACIA 5, 1. 13-18

Hermanos:

Ésta es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo  bajo el yugo de la esclavitud. Ustedes, hermanos, han sido llamados para vivir en libertad, pero procuren que esta libertad no sea un pretexto para satisfacer los deseos carnales: háganse más bien servidores los unos de los otros, por medio del amor. Porque toda la Ley está resumida plenamente en este precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si ustedes se están mordiendo y devorando mutuamente, tengan cuidado porque  terminarán destruyéndose los unos a los otros. Yo los exhorto a que se dejen conducir por el Espíritu de Dios, y así no serán arrastrados por los deseos de la carne. Porque la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Ambos luchan entre sí, y por eso, ustedes no pueden hacer todo el bien que quieren. Pero si están animados por el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Habla, Señor, porque tu servidor escucha; Tú tienes palabras de Vida eterna
(1Sam 3, 9; Jn 5, 6. 69b).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 9, 51-62

Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de Él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: “Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?” Pero Él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo. Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: “¡Te seguiré adonde vayas!” Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. Y dijo a otro: “Sígueme”. Él respondió: “Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios”. Otro le dijo: “Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos”. Jesús le respondió: “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

JESÚS NOS INVITA
 A SEGUIRLO CON RADICALIDAD.

CONSAGRACIÓN Y MISIÓN.

El profeta Elías echa su manto sobre Eliseo para significar que le transfiere la misión profética. Es como una imposición de manos: el vestido era considerado como parte de la persona que lo vestía. Por lo tanto, el gesto de Elías significa que Eliseo participa desde este momento del espíritu de Elías. Esta concepción acerca del vestido la vemos claramente en el caso de Jonatán que, queriendo expresar su amistad con David y hacer un pacto con él, le entregó su manto y David, vestido con el manto de su amigo, participó de su fortaleza, de suerte que tuvo éxito en todas sus empresas bélicas. Nosotros hemos recibido en el Bautismo la consagración con el Santo Crisma, que nos compromete a ser auténticos testigos de Jesús y profetas de la liberación y la esperanza. En la Confirmación recibimos por la imposición de manos la fuerza del Espíritu, que nos trasforma y nos envía a anunciar el Evangelio.

VIVIR EN LIBERTAD.
SAN PABLO,
EN LA CARTA A LOS GÁLATAS,
NOS DICE QUE EL AUTÉNTICO
Y RECTO EJERCICIO
DE LA LIBERTAD
ACONTECE EN EL MUTUO
SERVICIO DEL AMOR.

Libertad es ponerse a disposición de Dios. Los deseos de la carne, es decir, el egoísmo, el servirse a sí mismo, llevan a morderse y devorarse mutuamente; llevan a la misma destrucción, a la que conduce la ley. El filósofo Hobbes dijo que el hombre es un lobo para el hombre, “homo homini lupus”. El amor auténtico, en cambio, es liberación del propio yo y se desarrolla sirviendo a los demás. ¿Cómo perseverar en la libertad del amor?: con la guía y la fuerza del Espíritu. Este se impone frente a la carne solo cuando nos abrimos a Él y nos decidimos por Él. Es entonces cuando dejamos de estar bajo el dominio de la ley y empezamos a ser libres. El creyente realmente libre es el que se considera “esclavo” de Cristo: soy de Cristo y estoy al servicio de mis hermanos. De ahí nacen alegría y paz.

LA RADICALIDAD DEL
ENCUENTRO CON JESÚS.

El episodio del evangelio de hoy ocurre de camino hacia Jerusalén. Viene un escriba que pide ser admitido entre sus seguidores. Es hermosa su disposición. Quiere seguir a Jesús a todas partes. Jesús no contesta con una negativa ni con una aprobación. Solamente muestra lo que aguarda el que le quiera seguir. Porque llegar a ser discípulo de Jesús no solamente significa ir a su escuela para “aprender” algo. Sobre todo significa compartir la vida propia de Jesús. Después del escriba viene un discípulo y pide a Jesús que antes de reunirse con él pueda cumplir los deberes de piedad con su padre. Esta espera podría durar un prolongado período de tiempo. La respuesta de Jesús parece sumamente rigurosa: “Sígueme”. Este seguimiento es mucho más importante y urgente que cualquier obligación filial. “Deja a los muertos que entierren a los muertos”. La decisión de seguir a Jesús como discípulo lleva de la muerte a la vida. El que no es discípulo de Jesús, que no ha aceptado su mensaje del reino y de la vida eterna, está en la muerte. Las respuestas de Jesús en cuanto al seguimiento hay que entenderlas en la capacidad de sugerencia que adquiere el lenguaje en una cultura de tipo oral: no es tan importante lo que se dice cuanto lo que se quiere decir. El contenido de las propuestas de Jesús significan, pues, que seguirle, condición de todo discípulo, exige disponibilidad total, radicalidad de entrega y coherencia.

Padre José Mª Martín, OSA
                   España
____________________

Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

jueves, 20 de junio de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO

XIIº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA.


UNA PREGUNTA DECISIVA”.

DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2013

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DE LA PROFECÍA DE
ZACARÍAS 12, 10-11; 13-1

Así habla el Señor: Derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de súplica; y ellos mirarán hacia mí. En cuanto al que ellos traspasaron, se lamentarán por el como por un hijo único y lo llorarán amargamente como se llora al primogénito. Aquel día, habrá un gran lamento en Jerusalén, como el lamento de Hadad Rimón, en la llanura de Meguido. Aquel día, habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, a fin de lavar el pecado y la impureza.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
63 (62), 2-6. 8-9

R.:
MI ALMA TIENE SED DE TI,
SEÑOR, DIOS MÍO.

Señor, Tú eres mi Dios,
yo te busco ardientemente;
mi alma tiene sed de ti,
por ti suspira mi carne
como tierra sedienta,
reseca y sin agua R.:

Sí, yo te contemplé en el Santuario
para ver tu poder y tu gloria.
Porque tu amor vale más que la vida,
mis labios te alabarán R.:

Así te bendeciré mientras viva
y alzaré mis manos en tu Nombre.
Mi alma quedará saciada
como con un manjar delicioso,
y mi boca te alabará
con júbilo en los labios R.:

Veo que has sido mi ayuda
y soy feliz a la sombra de tus alas.
Mi alma está unida a ti,
tu mano me sostiene R.:


SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE GALACIA 3, 26-29

Hermanos:

Todos ustedes, por la fe, son hijos de Dios en Cristo Jesús, porque habiendo sido bautizados en Cristo, han quedado revestidos de Cristo. Por lo tanto, ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús. Y si pertenecen a Cristo, entonces son descendientes de Abraham, herederos en virtud de la promesa.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen”, dice el Señor
(Jn 10, 27).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 9, 18-24

Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con Él, les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy Yo?” Ellos le respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado”. “Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy Yo?” Pedro, tomando la palabra, respondió: “Tú eres el Mesías de Dios”. Y Él les ordenó terminantemente que no lo anunciaran a nadie, diciéndoles: “El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”. Después dijo a todos: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará”.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

RENUNCIAR, TOMAR LA CRUZ Y SEGUIR A JESÚS.

JESÚS ESPERA
LA RESPUESTA.

La lectura del Evangelio se centra en la figura de Pedro, el portavoz de los apóstoles. Lucas presenta la famosa “confesión de San Pedro” y la respuesta de Jesús a tal confesión de fe... ¿Quién dice la gente que soy Yo?” Jesús comienza con una pregunta impersonal. ¿Qué impresión tienen los otros de mí? ¿Cómo me ven? A esto responden los discípulos: “Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, Jeremías o uno de los profetas.” Lo evidente es que la gente percibe a Jesús como un hombre santo, en línea con los profetas. En este momento crítico de la historia de la salvación judía, le ven como portavoz de Dios. “Y vosotros ¿Quién decís que soy Yo?” Jesús no deja a los apóstoles sólo en un nivel superficial. Quiere una relación más personal: ¿quién pensáis vosotros que soy Yo? “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. Así respondió Pedro a aquel examen, hablando por sí mismo y por los demás apóstoles. Es una profesión de fe de más alcance que la expresada por la gente. Jesús no es un mero profeta; es mucho más. Es el Mesías largamente esperado, el Ungido de Dios, realmente el Hijo mismo de Dios. Conociéndole y permaneciendo con Él, Pedro y los apóstoles poseen la auténtica presencia de Dios, aquella “luz atractiva” imposible de despreciar y de renunciar. Esta misma pregunta nos la hace Jesús a cada uno de nosotros: ¿Y tú, quién dices que soy Yo? En otras palabras te está preguntando ¿para ti, quién soy Yo? Debes pensar antes de responder, no se trata de contestar con palabras bonitas aprendidas del catecismo, se trata de responder con la vida. ¿En tu comportamiento en el trabajo, en casa, en la vida pública, tienes presente lo que Jesús espera de ti?

EL QUE QUIERA SEGUIRME,
QUE SE NIEGUE A SÍ MISMO,
CARGUE CON SU CRUZ CADA DÍA
Y VENGA CONMIGO.

Son tres las condiciones que Cristo pone: renunciar a sí mismo, tomar la cruz y seguirlo. La primera es la más difícil de comprender. El hombre tiene arraigado en el profundo de su ser la tendencia a pensar en sí mismo, a poner la propia persona en el centro de los intereses y a ponerse como medida de todo. ¿Cómo, entonces, se le ocurre a Jesús pedir al hombre, y más aún al joven, que renuncie a sí mismo, a su vida, a sus planes? Jesús no pide que se renuncie a vivir, sino que se acoja una novedad y una plenitud de vida que sólo Él puede dar. He aquí el elemento que nos hace entender las palabras evangélicas. No se nos pide renunciar, sino todo lo contrario. Cuando el seguimiento del Señor se convierte en el valor supremo, entonces todos los otros valores reciben de aquel su justa colocación e importancia. Renunciar a sí mismo significa renunciar al propio proyecto, con frecuencia limitado y mezquino, para acoger el de Dios. Pero debemos entenderlo correctamente. Ante nuestros proyectos limitados y mezquinos se encuentra la plenitud del proyecto de Dios. ¿En qué consiste esta plenitud? En primer lugar, ante el limitado plan humano del tener y poseer bienes, Dios nos ofrece la plenitud de ser un bien para los demás. En realidad, el Señor no quiere que rechacemos los bienes, por el contrario desea que nosotros nos convirtamos en un bien y usemos de lo material en la medida que nos ayude a ser ese bien para los demás. La vida verdadera se expresa en el don de sí mismo.

Padre José Mª Martín, OSA
España
____________________

Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.