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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

viernes, 22 de junio de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

XIIº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA


SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD
DE SAN JUAN BAUTISTA

DOMINGO 24 DE JUNIO DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO
DE ISAÍAS 49, 1-6

¡Escúchenme, costas lejanas, presten atención, pueblos remotos! El Señor me llamó desde el seno materno, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre. Él hizo de mi boca una espada afilada, me ocultó a la sombra de su mano; hizo de mí una flecha punzante, me escondió en su aljaba. Él me dijo: “Tú eres mi Servidor, Israel, por ti Yo me glorificaré”. Pero yo dije: “En vano me fatigué, para nada, inútilmente, he gastado mi fuerza”. Sin embargo, mi derecho está junto al Señor y mi retribución, junto a mi Dios. Y ahora, ha hablado el Señor, el que me formó desde el seno materno para que yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a Él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. Él dice: “Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; Yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra”.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
139 (138), 1-3. 13-15

R.: TE DOY GRACIAS PORQUE
FUI FORMADO DE MANERA
TAN ADMIRABLE.

Señor, tú me sondeas y me conoces,
Tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares R.:

Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque
fui formado de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras! R.:

Tú conocías hasta el fondo de mi alma
y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,
cuando era tejido en lo profundo de la tierra R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 13, 22-26

En la sinagoga de Antioquía de Pisidia, Pablo decía: “Dios suscitó para nuestros padres como rey a David”, de quien dio este testimonio: He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá siempre mi voluntad. De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús. Como preparación a su venida, Juan había predicado un bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel. Y al final de su carrera, Juan decía: “Yo no soy el que ustedes creen, pero sepan que después de mí viene Aquel a quien yo no soy digno de desatar las sandalias”. Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen a Dios.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo; irás delante del Señor preparando sus caminos
(Lc 1, 76).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN LUCAS 1, 57-66. 80

Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: “No, debe llamarse Juan”. Ellos le decían: “No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre”. Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: “Su nombre es Juan”. Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: “¿Qué llegará a ser este niño?” Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.

Palabra de Dios:
Gloria y Honor a ti, Señor Jesús.

UNA MISIÓN HERMOSA: ANUNCIAR LA MISERICORDIA.

EL QUE PREPARA EL CAMINO.

Cuando recordamos a un personaje importante en la historia de la salvación se suele celebrar el día de su muerte. En algún caso celebramos su nacimiento a una nueva vida espiritual -conversión- como es el caso de San Pablo, o San Agustín. Sólo en el caso de Juan “el Bautista” celebramos su llegada a este mundo. Al celebrar la natividad de San Juan Bautista, coincidiendo con el solsticio de verano, la Iglesia quiere subrayar la trascendencia del “Precursor” en la preparación del “camino de Señor”.

ANUNCIA LA CONVERSIÓN.

En las lecturas de hoy recorremos diversos episodios de esta persona singular: nacimiento, circuncisión, imposición del nombre, manifestación a todos sus familiares y vecinos, en el evangelio; comienzo y desenlace de su misión, en el discurso de Pablo en los Hechos de los Apóstoles. Cada momento de su vida es una enseñanza de cómo Dios actúa en favor del hombre. Nacido de una gran misericordia en una mujer estéril, es circuncidado para destacar su conexión con el pueblo elegido -será el último profeta del Antiguo Testamento. El nombre personal que recibe tiene una gran importancia por el hecho de que es Dios mismo el que lo atribuye: fue así en el caso de Jesús y en el de Juan Bautista. También Jesús atribuyó a Pedro su nombre: “Simón, tú te llamarás Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Dar un nombre es, por tanto, dar una vocación, una misión y los dones adecuados para desempeñarla. Juan significa “Dios tiene misericordia”. Su misión será anunciar un bautismo de conversión.

¿QUÉ VA A SER DE ESTE NIÑO?

Es la pregunta que todos se hacen cuando un nuevo ser humano viene a este mundo. Sus padres, en especial la madre, enseguida se prestan a imaginar la vida futura de su hijo. Es posible que le imaginen ocupando un cargo importante, tal vez ministro. Hay algo que el evangelista deja bien claro: “la mano de Dios estaba con él”. Retirarse al desierto puede parecer la evidencia de un fracaso, de una huida. Pero no. Juan no huye por miedo, sino porque quiere prepararse para su misión, “ser el Precursor”. Muchas personas reciben la misión de “ser camino”, de preparar a los demás para que se realicen como personas. Puede parecernos que su labor es insignificante, pero las personas más importantes de nuestras vidas son aquellas que, calladamente, sin protagonismos, nos han ido ayudando en nuestro crecimiento como personas o como creyentes: nuestros padres, nuestros maestros, nuestros catequistas... ¡Qué misión tan hermosa la de ayudar a otros a descubrir la inmensidad de la bondad de Dios!


Así fue Juan “el Bautista”
el anunciador de
la misericordia de Dios”.

Padre José Mª Martín, OSA
España.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

sábado, 16 de junio de 2012

NOTICIAS - RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA

La Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo de la arquidiócesis de Santiago, invita a todos los hermanos y simpatizantes de esta maravillosa corriente de gracia a participar en un encuentro con el predicador colombiano Pacho Bermeo a realizarse los días miércoles 20 y Jueves 21 de Junio de 19:00 a 22:00 horas en la parroquia de Los Santos Ángeles Custodios ubicada en la calle Rodolfo Vergara 252, Metro Baquedano, dos cuadras hacia la cordillera.

La predicación irá dirigida al tema de Los Dones y Carismas del Espíritu Santo, después del taller, el Padre Iván Garzón celebrará la Eucaristía por la sanación de los enfermos para servir al Señor con los Dones y Carismas que nos regala el Espíritu Santo para la construcción del Reino de Dios y para nuestra auténtica felicidad de ser hijos de Dios, creados para amar y ser amados.

Los esperamos.

jueves, 14 de junio de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

XIº DOMINGO DEL
TIEMPO COMÚN DE LA IGLESIA.


 
SEMBRANDO ESPERANZA”

DOMINGO 17 DE JUNIO DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DE LA PROFECÍA
DE EZEQUIEL 17, 22-24

Así habla el Señor: Yo también tomaré la copa de un gran cedro, cortaré un brote de la más alta de sus ramas, y lo plantaré en una montaña muy elevada: lo plantaré en la montaña más alta de Israel. Él echará ramas y producirá frutos, y se convertirá en un magnífico cedro. Pájaros de todas clases anidarán en él, habitarán a la sombra de sus ramas. Y todos los árboles del campo sabrán que Yo, el Señor, humillo al árbol elevado y exalto al árbol humillado, hago secar al árbol verde y reverdecer al árbol seco. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
92 (91), 2-3. 13-16

R.: ES BUENO DARTE GRACIAS,
SEÑOR.

Es bueno dar gracias al Señor,
y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre;
proclamar tu amor de madrugada,
y tu fidelidad en las vigilias de la noche R.:

El justo florecerá como la palmera,
crecerá como los cedros del Líbano:
trasplantado en la Casa del Señor,
florecerá en los atrios de nuestro Dios R.:

En la vejez seguirá dando frutos,
se mantendrá fresco y frondoso,
para proclamar qué justo es el Señor,
mi Roca, en quien no existe la maldad R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA SEGUNDA CARTA
DEL APÓSTOL SAN PABLO A
LOS CRISTIANOS DE CORINTO 5, 6-10

Hermanos:

Nos sentimos plenamente seguros, sabiendo que habitar en este cuerpo es vivir en el exilio, lejos del Señor; porque nosotros caminamos en la fe y todavía no vemos claramente. Sí, nos sentimos plenamente seguros, y por eso, preferimos dejar este cuerpo para estar junto al Señor; en definitiva, sea que vivamos en este cuerpo o fuera de el, nuestro único deseo es agradarlo. Porque todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba, de acuerdo con sus obras buenas o malas, lo que mereció durante su vida mortal.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

La semilla es la Palabra de Dios, el sembrador es Cristo; el que lo encuentra permanece para siempre.

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN MARCOS 4, 26-34

Jesús decía a sus discípulos: “El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha”. También decía: “¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra”. Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.

Palabra de Dios:
Gloria y Honor a ti, Señor Jesús.

LA PACIENCIA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL REINO

EL PROFETA DE LA ESPERANZA MESIÁNICA.

Los exiliados en Babilonia, especialmente después de la destrucción de Jerusalén, perdieron toda esperanza y padecían mucho recordando junto a los canales la solemnidad de las fiestas que en otro tiempo celebraban en el templo de Jerusalén. Tenían que soportar las burlas de un pueblo extranjero que les había vencido y deportado y que interpretaba su victoria como una victoria de sus dioses sobre Yahvé. Todos estos sentimientos los hallamos recogidos en algunos salmos compuestos en el destierro. Ezequiel anuncia el restablecimiento de la dinastía de David. Yahvé mismo trasplantará un retoño y éste crecerá en el más alto monte de Israel, en Sión, hasta convertirse en un cedro frondoso en el que anidarán toda clase de aves. Se trata, pues, de una profecía mesiánica, alusión a un señorío universal a cuyo amparo acudirán todos los pueblos. Esta imagen la encontramos de nuevo en la parábola evangélica del grano de mostaza del evangelio de hoy. El soberbio árbol del imperio de Babilonia será humillado por Yahvé, que ensalzará al humilde árbol de la casa de David.

EL ENCUENTRO CON EL SEÑOR.

El hombre tiene su verdadera patria en el Señor y ahora en este mundo está desterrado. No está claro si Pablo se refiere a la parusia del Señor o si aquí afirma también un encuentro con el Señor en la muerte individual de los creyentes. Seguramente en la mente de Pablo está también afirmar que el sentido de la muerte individual es un encuentro con el Señor. De todas formas, lo importante es en este mundo aceptar la responsabilidad cristiana y agradar al Señor, ante quien todos comparecerán para ser juzgados. Pero sabemos que en ese juicio Dios actúa con misericordia, es un juicio para la salvación, a pesar de nuestros pecados.

COLABORADORES DEL REINO DE DIOS.

Hoy Jesús habla a la gente de una experiencia muy cercana a sus vidas: un hombre echa el grano en la tierra; el grano brota y crece. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Con estas palabras se refiere al Reino de Dios, que consiste en la santidad y la gracia, la verdad y la vida, la justicia, el amor y la paz. La semilla de la que habla el evangelio tiene una fuerza que no depende del sembrador. Una vez sembrada, crece misteriosamente hasta dar fruto, sin que el sembrador intervenga. Este ni siquiera sabe cómo acontece todo el proceso de crecimiento de la semilla. Lo mismo ocurre con el Reino de Dios, que nadie puede detener y ha de llegar a su plenitud cuando sea la hora. La Iglesia está todavía en camino hacia la plena manifestación y el establecimiento definitivo del Reino. Lo importante en la segunda parábola es la desproporción entre la pequeñez del principio (grano de mostaza) y la magnitud del final (el arbusto). Este Reino de Dios -que comienza dentro de cada uno- se extenderá a nuestra familia, a nuestro pueblo, a nuestra sociedad, a nuestro mundo. Hoy el Señor nos invita a sembrar con la humildad de quien sabe que la semilla, que es la Palabra, hará su obra por la fuerza divina que posee, y no por la eficacia humana que nosotros queramos darle. Por eso el evangelizador debe ser consciente de que es un colaborador de Dios y no el dueño que pueda manipular a su arbitrio la salvación. Aprendamos a trabajar por el Evangelio sin querer violentar los caminos de Dios. Aprendamos a escuchar al Señor y a llevar su mensaje de salvación orando para que el Señor haga que su Palabra rinda abundantes frutos de salvación en aquellos que son evangelizados.
 
El Reino de Dios es la civilización del amor,
de la que hablaba Pablo VI.

Padre José Mª Martín, OSA
España.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

miércoles, 6 de junio de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

Xº DOMINGO DEL TIEMPO
COMÚN DE LA IGLESIA

“SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO”.


“EL DOMINGO DEL AMOR DE CRISTO”

DOMINGO 10 DE JUNIO DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL ÉXODO 24, 3-8

Moisés fue a comunicar al pueblo todas las palabras y prescripciones del Señor, y el pueblo respondió a una sola voz: “Estamos decididos a poner en práctica todas las palabras que ha dicho el Señor”. Moisés consignó por escrito las palabras del Señor, y a la mañana siguiente, bien temprano, levantó un altar al pie de la montaña y erigió doce piedras en representación de las doce tribus de Israel. Después designó a un grupo de jóvenes israelitas, y ellos ofrecieron holocaustos e inmolaron terneros al Señor, en sacrificio de comunión. Moisés tomó la mitad de la sangre, la puso en unos recipientes, y derramó la otra mitad sobre el altar. Luego tomó el documento de la alianza y lo leyó delante del pueblo, el cual exclamó: “Estamos resueltos a poner en práctica y a obedecer todo lo que el Señor ha dicho”. Entonces Moisés tomó la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo: “Esta es la sangre de la alianza que ahora el Señor hace con ustedes, según lo establecido en estas cláusulas”.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
116 (115), 12-13. 15-18

ANTÍFONA:
R.: ALZARÉ LA COPA DE LA SALVACIÓN
E INVOCARÉ EL NOMBRE DEL SEÑOR.

¿Con qué pagaré al Señor
todo el bien que me hizo?
Alzaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre del Señor R.:

¡Qué penosa es para el Señor
la muerte de sus amigos!
Yo, Señor, soy tu servidor,
tu servidor, lo mismo que mi madre:
por eso rompiste mis cadenas  R.:

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA CARTA A
LOS HEBREOS 9, 11-15

Hermanos:

Cristo, en cambio, ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes futuros. Él, a través de una Morada más excelente y perfecta que la antigua -no construida por manos humanas, es decir, no de este mundo creado- entró de una vez por todas en el Santuario, no por la sangre de chivos y terneros, sino por su propia sangre, obteniéndonos así una redención eterna. Porque si la sangre de chivos y toros y la ceniza de ternera, con que se rocía a los que están contaminados por el pecado, los santifica, obteniéndoles la pureza externa, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por obra del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para permitirnos tributar culto al Dios viviente! Por eso, Cristo es mediador de una Nueva Alianza entre Dios y los hombres, a fin de que, habiendo muerto para redención de los pecados cometidos en la primera Alianza, los que son llamados reciban la herencia eterna que ha sido prometida.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

“Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente”, dice el Señor
(Jn 6, 51-52).

¡ALELUYA!

EVANGELIO DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO,
SEGÚN SAN MARCOS 14, 12-16. 22-26

El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: “¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?” Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: “Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: “¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?” Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario”. Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen, esto es mi Cuerpo”. Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. Y les dijo: “Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos. Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios”.

Palabra de Dios:
Gloria y honor a ti, Señor Jesús.

COMULGAR CON DIOS Y CON EL PRÓJIMO

LA COMUNIÓN CON CRISTO TRANSFORMA NUESTRA VIDA.

Celebramos la solemnidad del Corpus Christi, la fiesta de la Eucaristía. Es el Día de la Caridad ya que el Cuerpo entregado y la Sangre derramada del Señor constituyen para nosotros la manifestación mayor de su amor a los hombres. San Agustín llama a la Eucaristía “sacramento de amor, símbolo de unidad, vínculo de caridad”. Sin la comunión no habría amor a los demás. Cada comunión debe hacernos crecer en el amor a los otros. La Eucaristía debe crear en nosotros la decisión consciente de ir hacia los otros y entregarnos a ellos. Por encima de las oraciones litúrgicas de acción de gracias, por encima de las plegarias privadas, la verdadera acción de gracias es la caridad -¿Por qué falla la Eucaristía? Porque no nos dejamos transformar. Creemos que al comulgar hacemos a Cristo cosa nuestra, cuando la verdad es otra. Al comer a Cristo somos comidos por Él. La Eucaristía falla cuando comulgamos, no cuando somos comulgados. “El que me come vivirá por mí”, nos dice Jesucristo.

LA NUEVA ALIANZA FIRMADA CON LA SANGRE DE CRISTO.

La segunda lectura nos recuerda que Jesús, como sumo y único sacerdote, ha penetrado en el santuario del cielo de una vez por todas, para llegar a la presencia de Dios. Ha inaugurado la Nueva Alianza, que sustituye a la Antigua establecida a través de Moisés, como narra la segunda lectura. Lo ha hecho con el sacrificio de su pasión, es decir, en virtud de su propia sangre. La esperanza de los hombres de alcanzar el perdón de sus pecados y lograr la comunión con Dios queda cumplida real y definitivamente en el misterio de la muerte y exaltación de Jesucristo, el Hijo de Dios. La liberación conseguida en virtud de la sangre de Cristo se mantiene inagotable. La sangre de Cristo sella una Alianza Nueva para siempre. Cristo es su mediador. En efecto, Jesús es el enviado de Dios a los hombres y tiende un puente (es pontífice) para hacer posible la unión entre ambos. Jesús manifiesta la última voluntad de Dios para con los hombres, y la cumple ofreciéndose a sí mismo en la cruz.

“VIVE SENCILLAMENTE PARA QUE OTROS, SENCILLAMENTE, PUEDAN VIVIR”.

En la Eucaristía la unión con el Señor nos lleva al mismo tiempo a la unión con los demás, a los que Él se entrega, y nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana que sufre. La pobreza y la exclusión social crecen en algunos países de manera alarmante. Muchas personas se encuentran en sin empleo, no tienen la oportunidad de salir adelante, se encuentran desesperadas… La Eucaristía nos hace ser pan partido y repartido. Ante las necesidades ajenas, Jesucristo se conmueve y muestra su rostro compasivo. Su ejemplo nos enseña que la verdadera compasión comienza por estar atentos a las necesidades de los otros y hacer todo lo posible por remediarlas. Es hora de pasar de la compasión a la acción. Todos estamos llamados a compartir haciendo verdad en nuestra vida el lema de Cáritas en este año para el Día de la Caridad: “Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir”. Debemos dar cabida a la gratuidad. Esto requiere gran dosis de generosidad Trabajemos por la justicia para que todos vean respetados sus derechos. De este modo lucharemos contra la crisis, no nos cerraremos cada uno en nuestro propio interés, sino que buscaremos juntos lo que es mejor para todos. Cada Comunión debe hacernos crecer en el amor a los otros. El Otro es tu hostia diaria.

Padre José Mª Martín, OSA
                   España.

Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

jueves, 31 de mayo de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

PRIMER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS,
SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD


“UN MISTERIO AL ALCANCE DE NUESTRA VIDA”

DOMINGO 03 DE JUNIO DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DEL
DEUTERONOMIO 4, 32-34. 39-40

Moisés habló al pueblo diciendo:

Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante. ¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobrevivir? ¿O qué dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en Egipto, delante de tus mismos ojos? Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios -allá arriba, en el cielo, y aquí abajo, en la tierra- y no hay otro. Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
33 (32) 4-6. 9. 18-20. 22

R.: ¡FELIZ EL PUEBLO
QUE EL SEÑOR SE ELIGIÓ
COMO HERENCIA!

Porque la palabra del Señor es recta
y Él obra siempre con lealtad;
Él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor  R.:

La palabra del Señor hizo el cielo,
y el aliento de su boca, los ejércitos celestiales;
porque Él lo dijo, y el mundo existió,
Él dio una orden, y todo subsiste  R.:

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia  R.:

Nuestra alma espera en el Señor:
Él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,
conforme a la esperanza que tenemos en ti  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A LOS
CRISTIANOS DE ROMA 8, 14-17

Hermanos:

Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abba!, es decir, ¡Padre! El mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con Él para ser glorificados con Él.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios que es, que era y que viene
(cf Apoc 1, 8).

¡ALELUYA!

EVANGELIO

EVANGELIO DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO,
SEGÚN SAN MATEO 28, 16-20

Después de la Resurrección del Señor, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de Él; sin embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les dijo: “Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que Yo les he mandado. Y Yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo”.

Palabra de Dios:
Gloria y honor a ti, Señor Jesús.

EL DIOS AMOR QUE INTERVIENE EN MI VIDA

DIOS ES COMUNIDAD.

Como culminación de los misterios de nuestra fe celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad. Sirve de muy poco que intentemos explicar en términos filosóficos o matemáticos lo que es un misterio que nunca vamos a comprender del todo. Reconociendo que vemos estas cosas en espejo y en enigma, como dice San Agustín, “se nos presenta en el Padre el origen, en el Hijo la natividad, en el Espíritu Santo del Padre y el Hijo la comunidad, y en los tres la igualdad”. Dado que es un misterio que no podemos comprender del todo, lo que importa es cómo actúa Dios en nuestra vida. Nuestra experiencia de fe nos dice que Dios es Padre amoroso, que cuida de sus hijos y les protege, porque es "auxilio y escudo" (Salmo); que está a nuestro lado, que dialoga con nosotros y nos ayuda, que respeta nuestras diferencias, pero que nos quiere a todos por igual. Dios es Hijo, que nos ama hasta el extremo de dar su vida por nosotros, que quiere darnos a conocer que sólo es feliz aquél que es capaz de darse al otro y de perdonar. Dios es Espíritu, que nos fortalece y nos da su aliento para que sigamos caminando hacia su encuentro. Pero lo que más nos importa es saber que Dios es Amor, pero amor entre personas, Dios es comunidad.

JESÚS NOS ENCOMIENDA UNA MISIÓN: “ID Y HACED DISCÍPULOS”.
La Iglesia vive para evangelizar. Ese es el encargo que recoge Mateo. El mundo es nuestra responsabilidad y los hombres son nuestros interlocutores. La Iglesia no es un círculo de creyentes, sino un movimiento de acercamiento a todos para que puedan creer. Lo importante de la Iglesia no es ella, sino Jesús, y la misión confiada por Jesús. Y esa misión es evangelizadora, animadora, motivadora. Frente a tanta mala noticia, el hombre necesita más que nunca la Buena Noticia. No se trata de censurar a los otros, ni de condenar a nadie, sino de hacer posible y gozosa la salvación de todos, ayudando a todos a descubrir en el mundo y en la vida la huella de Dios. En la Iglesia y a través de ella podemos encauzar nuestras iniciativas y encontrar aliento en nuestros esfuerzos. Solos podemos hacer bien poco, pero como Iglesia y en la Iglesia podemos hacer muchísimo. La estructura y las organizaciones y movimientos eclesiales pueden y deben ser los vehículos que canalicen todos nuestros esfuerzos. No podemos hacer todos, todo; pero entre todos, con todos, podemos hacer todo lo que Jesús nos ha encomendado. Si estamos bautizados, ¿por qué no estamos dispuestos a realizar la tarea de la fe? ¿Por qué no pasamos del rito al reto de la construcción del Reino?

“CONTEMPLADLO Y QUEDARÉIS RADIANTES”.

No es casualidad que la Iglesia celebre este día la “Jornada Pro-Orantibus”. El lema de este año es: “Contempladlo y quedaréis radiantes” (Sal 34, 6). En la vida de los monjes y monjas se cumple lo que anuncia el salmista y lo que es una auténtica experiencia de Dios. La vida contemplativa es epifanía, en la que podemos contemplar el rostro de Cristo, como Pedro, Santiago y Juan en el monte Tabor, La contemplación llena de belleza a los orantes e inunda de hermosura el ambiente que envuelve al que ora: “Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!. Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías” (Mt 17, 4). Todos necesitamos la contemplación para fortalecer nuestra fe.

Que vivamos la experiencia de sentir
al “Dios amor”, que actúa en nuestra vida.


Padre José Mª Martín, OSA
                  España.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

martes, 22 de mayo de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

DOMINGO DE PENTECOSTÉS



“¡ DEJEMOS QUE EL ESPÍRITU NOS GUÍE !”

DOMINGO 27 DE MAYO DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 2, 1-11

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían: “¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
104 (103), 1a. 24. 29b-31. 34

R.: SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU
Y RENUEVA LA FAZ DE LA TIERRA

Bendice al Señor, alma mía: ¡
Señor, Dios mío, qué grande eres!
Qué variadas son tus obras, Señor!
¡Todo lo hiciste con sabiduría,
la tierra está llena de tus criaturas!  R.:

Si les quitas el aliento,
expiran y vuelven al polvo.
Si envías tu aliento, son creados,
y renuevas la superficie de la tierra  R.:

¡Gloria al Señor para siempre,
alégrese el Señor por sus obras!
Que mi canto le sea agradable,
y yo me alegraré en el Señor  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA PRIMERA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A LOS
CRISTIANOS DE CORINTO 12, 3b-7. 12-13

Hermanos:

Nadie puede decir: “Jesús es el Señor”, si no está impulsado por el Espíritu Santo. Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos. En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común. Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo -judíos y griegos, esclavos y hombres libres- y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SECUENCIA

Ven, Espíritu Santo,
y envía desde el cielo un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres,
ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz.
Consolador lleno de bondad,
dulce huésped del alma,
suave alivio de los hombres.
Tu eres descanso en el trabajo,
templanza de las pasiones,
alegría en nuestro llanto.
Penetra con tu luz en lo más íntimo
del corazón de tus fieles.
Sin tu ayuda divina
no hay nada en el hombre,
nada que sea inocente.
Lava nuestras manchas,
riega nuestra aridez,
sana nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza,
elimina con tu calor nuestra frialdad,
corrige nuestros desvíos.
Concede a tus fieles, que confían en ti,
tus siete dones sagrados.
Premia nuestra virtud,
salva nuestras almas,
danos la eterna alegría.

¡ ALELUYA !

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

¡ ALELUYA !

EVANGELIO

EVANGELIO DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO,
SEGÚN SAN JUAN 20, 19-23

Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!” Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: “¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, Yo también los envío a ustedes”. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.

Palabra de Dios:
¡ Gloria a ti, Señor Jesús !

LA HORA DEL LAICADO

CELEBRAMOS LA FIESTA DEL ESPÍRITU SANTO.

Los Hechos de los Apóstoles nos dicen que, tras la ascensión de Jesús, los discípulos volvieron a Jerusalén, tal como Jesús les había ordenado. Se encontraban todos reunidos tras la elección de Matías, cuando se produjo de repente un viento muy fuerte que invadió toda la casa y aparecieron como divididas unas lenguas de fuego que se posaron sobre ellos. En el capítulo primero había dicho que eran “unos 120”. ¿Recibieron todos el Espíritu Santo o sólo los apóstoles? San Agustín, comentando este texto dice que lo recibieron todos y no sólo eso, sino que también ahora se nos otorga a nosotros el Espíritu Santo y nos da un consejo para poder recibirlo: “conservad la caridad, amad la verdad, desead la unidad, a fin de llegar a la eternidad”.

CARISMAS Y MINISTERIOS.

Como nos dice San Pablo en la Primera Carta a los Corintios quien ama tiene el Espíritu Santo, que se manifiesta en los dones que nos concede. El actúa en nosotros, aunque cada uno reciba un don o carisma. La palabra “jaris” -del griego- significa carisma o regalo gratuito que Dios nos da. ¿Reconoces en ti algún don del Espíritu? Lo has recibido no para que te lo guardes, sino para ponerlo al servicio de la comunidad. A cada carisma corresponde un ministerio -ministerium en latín- que significa servicio o función. ¿Qué función desempeñas tú en la Iglesia?

TODOS SOMOS MIEMBROS DEL CUERPO DE CRISTO.

Pero al igual que ocurre en el cuerpo humano, cada miembro desempeña una función. Es la hora del laico en la Iglesia. Laico es todo bautizado miembro del pueblo de Dios -”laos” en griego significa pueblo. Sin la colaboración de todos los miembros un cuerpo no puede funcionar. Si un miembro se echa para atrás o se resiente, todos sufren. Así es la Iglesia. En ella todos somos importantes, por ello es urgente que los laicos, que son la mayoría de los cristianos, encuentren su lugar y su carisma dentro de la Iglesia; así podrán desarrollarse de verdad los ministerios laicales. Pero para ello el laico o seglar tiene que abandonar su pasividad y participar plenamente en la vida de su comunidad. Pero se presentan dos grandes retos:

-1º hay que comenzar con la formación para que los laicos pasen de la infancia en la fe a la edad adulta;
-2º los clérigos deben compartir su responsabilidad con los laicos y dejar que estos también sean parte activa de la vida de la comunidad.

LOS SÍMBOLOS DE LA LLEGADA DEL ESPÍRITU SON MUY CLAROS.

El viento ayuda a renacer, a dar vida, todo lo vuelve nuevo. El fuego purifica, da autenticidad y repara lo que está torcido. Dejemos que el Espíritu renueve nuestros corazones, encienda su luz en nosotros, que penetre en nuestra alma y sea nuestro consuelo, que nos enriquezca y llene nuestro vacío, que nos envíe su aliento para vencer el pecado. Los dones que nos regala son actuales. El don de sabiduría nos capacita para distinguir la realidad de la fantasía, nos hace encontrar el secreto de la felicidad: la entrega total a Dios. La inteligencia nos ayuda a distinguir los signos de los tiempos y aceptar los cambios necesarios. El consejo nos da la posibilidad de descubrir cuál es el buen camino que hay que seguir. La piedad nos ayuda a vivir la espiritualidad y nos aleja del materialismo. La ciencia nos permite descubrir cómo son las cosas, aunque no nos dé el sentido último de las mismas que nos viene por la fe. El temor de Dios, entendido como debe ser, nos hace realizar por amor lo que Dios espera de nosotros. La fortaleza es necesaria para asumir compromisos auténticos sin miedo al mañana. Siéntete enviado por Jesús a anunciar la Buena Nueva con la ayuda del Espíritu Santo que siempre está con nosotros.

Padre José Mª Martín, OSA
                   España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.