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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

martes, 16 de octubre de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

XXIXº DOMINGO DEL TIEMPO COMÚN
DE LA IGLESIA




“QUIEN NO SIRVE
ES UN APROVECHADOR”

DOMINGO 21 DE OCTUBRE DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO
DE ISAÍAS 53, 10-11

El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento. Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de él. A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
33 (32), 4-5. 18-20. 22

R.: SEÑOR, QUE DESCIENDA TU AMOR
SOBRE NOSOTROS.

La palabra del Señor es recta
y Él obra siempre con lealtad;
Él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor  R.:

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia  R.:

Nuestra alma espera en el Señor:
Él es nuestra ayuda y nuestro escudo  R.:

Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,
conforme a la esperanza que tenemos en ti  R.:

SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA CARTA A
LOS HEBREOS 4, 14-16

Hermanos:

Ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un Sumo Sacerdote insigne que penetró en el cielo, permanezcamos firmes en la confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario, Él fue sometido a las mismas pruebas que nosotros, a excepción del pecado. Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

El Hijo del hombre vino para servir y dar su vida en rescate por una multitud
(Mt 10, 45).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

EVANGELIO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN MARCOS 10, 42-45

Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.

Palabra de Dios.
¡Gloria y honor a Ti, Señor Jesús!

SERVIR.

Vino a servir a todos y dar su vida por todos

Es lo que piden los hijos de Zebedeo. No sabían lo que pedían, pues precisamente poco antes había hecho Jesús el anuncio de su pasión y muerte. Sospechaban, pues habían visto los signos que realizaba, que Jesús era el Mesías, el rey esperado para liberar a Israel del dominio romano, pero no lo entendían bien. Jesús es verdad que era rey, “pero su Reino no era de este mundo”, tal como le dijo a Pilato. El predicó el Reino, su mensaje fundamental. Y vino a anunciar y a establecer el Reino de Dios. Hoy podemos llamarlo “la civilización del amor” de la que hablaba Pablo VI. El Reino de Dios, sin embargo comienza en este mundo, aunque todavía no había llegado a su plenitud. Es el “ya, pero todavía no”. En el Reino de Jesús es primero el que es el último, es decir el que sirve, no el que tiene poder. Los “hijos del Trueno” buscaban el poder. En los evangelios vemos cómo muchas veces quisieron hacer rey a Jesús, pero Él lo rechazó, porque había venido a servir y no a ser servido. Su mesianismo no es político ni espectacular, sino silencioso y humilde. En este sentido, San Agustín recuerda que “no dice que su Reino no está en nuestro mundo, sino no es de este mundo. No dice que su Reino no está aquí, sino no es de aquí”.

Hemos de trabajar para construir el Reino de Dios en este mundo.

Esto significa establecer unas condiciones de vida en las que reine la justicia, la paz y la fraternidad. Mientras esto no se consiga, todavía no podemos estar contentos. No debemos huir del mundo, sino implicarnos en su transformación aquí y ahora, sin esperar que llegue pasivamente “el Reino de los cielos”. Esto es lo que pide Jesús a Santiago y Juan: “beber el cáliz que Él ha de beber”. Contestan que sí, pero en ese momento no se dan cuenta de lo que estaban diciendo. Lo comprobarán cuando contemplen la muerte de Jesús y experimenten que ha resucitado. Santiago llegará el momento en que dará la vida por Cristo, cuando Herodes lo “hizo pasar a cuchillo”. No sabemos si fue sometido previamente a un proceso judicial o si su muerte fue fruto del capricho de aquel déspota. En aquel momento sí que fue capaz de beber el cáliz de Cristo.

Jesús debe reinar en nuestro corazón

Solo así le seguiremos con todas nuestras fuerzas y podremos gozar de su amor. Un rey existe para servir al pueblo. Es su espíritu de servicio a la comunidad lo que justifica su ser. Así lo hizo Jesús, que tuvo como trono la cruz, como cetro una simple caña, como manto real una ridícula túnica de color púrpura y coronó su cabeza con una corona de espinas. Él es el “siervo de Yahvé, que entregará su vida en expiación, como nos dice el profeta Isaías en la primera lectura. Será triturado por el sufrimiento, pero justificará a muchos, “porque cargó con los crímenes de ellos”. Así alcanzaremos la misericordia y la gracia como sugiere la Carta a los Hebreos y pedimos en el Salmo 32: “Que tu misericordia, Seños, venga sobre vosotros, como lo esperamos de ti”. Indudablemente, su Reino no era de este mundo, pero sí para este mundo. Y sus seguidores deben tener también su espíritu de servicio, pues el primero será el que más sirva.

Lo que importa es servir a Jesucristo y estar dispuesto a beber el cáliz con Él. 

Lo que importa de verdad es servir como Jesús, amar como Jesús y entregarnos como Él a la misión de transformar este mundo y anunciar su mensaje de Amor. Ahora, como entonces, hay una inmensa tarea ante nosotros, pero la necesidad de la “eficacia” no debe dejar lugar a los intereses particulares, a los primeros puestos, a los lugares de honor. Ser cristiano es mucho más que un título. Venimos a ser y a servir, y somos fuertes porque Él ha puesto su mirada de amor en cada uno de nosotros para que seamos sal de la tierra y luz del mundo. Somos vasijas de barro, pero con un gran regalo, con un gran tesoro en nuestro interior. La vasija puede estropearse, tal vez el calor y la dificultad hasta la resquebraje, puede que los golpes del camino rompan cualquier esquina, pero… 

tenemos que recordar que somos portadores de algo grande, ser testigos, de Aquél que ha dado la vida por nosotros.


Padre José Mª Martín, OSA
                   España
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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.

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